En medio de tenso debate presupuestario, economistas enfatizan la necesidad de que el Gobierno eleve el gasto para sortear la crisis

Elevar el gasto público para sortear los efectos económicos que ha ocasionado la pandemia en el país y retomar una senda de crecimiento sostenible en el largo plazo, fue el consenso que cruzó el seminario “Pensando en la Recuperación: El plan económico que necesitamos”, que se realizó este jueves en el marco del "Ciclo de Diálogos" del Senado.

Convocados por los senadores socialistas Rabindranath Quinteros y Carlos Montes, el expresidente del Banco Central, Roberto Zahler, el exministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, la directora del Centro de Economía y Política Social de la U. Mayor, Claudia Sanhueza y el expresidente de Codelco, Oscar Landerretche apuntaron a la necesidad de elevar el gasto público para responder a las necesidades que en el corto plazo y largo plazo, impone el paso del Covid-19.

Esto en medio de una tensa negociación por la Ley de Presupuesto para 2021 en el Parlamento

Con un diagnóstico que da cuenta de que el manejo del Gobierno en la crisis sanitaria y económica ha sido “modesto y tardío”, Eyzaguirre lanzó sus dardos sobre el bajo nivel de endeudamiento que exhibe el país, tomando en cuenta la magnitud del apoyo fiscal que ha desplegado en estos meses comparado con los otros países según indicadores que reporta, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Para mí es muy difícil de entender que con una crisis de esta magnitud, con lo que está ocurriendo en el resto del mundo y con este espacio fiscal, estemos generando una situación muy complicada para el sector privado y para los trabajadores” enfatizó.

Un diagnóstico que compartió Zahler, quien puso el acento en que “es absolutamente crucial el tema del gasto e inversión pública. Ese es el eje de donde debe venir la recuperación en Chile, del gasto interno público en inversión”.

En un contexto en que “estamos en la crisis más grande de los últimos 40 años en Chile y casi en un siglo a nivel internacional” evidenció que según datos de la Dirección de Presupuestos, el gasto público de este año es del orden del 11,4%, mientras que para 2021 es de un 0% lo que a su juicio es “incomprensible ya que en la crisis de 2008 el gasto fiscal creció 16,5% y al año siguiente fue de 6,6%”.

“La política fiscal, en términos de gasto público, en relación con la crisis de 2008 y 2009, es menos fuerte que en ese momento y la crisis que tenemos en este momento es indudablemente mayor”, dijo.

En la misma dirección, Sanhueza manifestó que para hacer frente a los desafíos de una recuperación “tenemos que usar todas las fuentes que tenemos. Roberto ha hecho varias estimaciones de cuánto tenemos en realidad de ahorro público. Tenemos fondos soberanos que todavía no hemos usado de manera relevante, que alcanzan -si uno suma todo- al 20% del PIB”.

A ello agregó la advertencia de que hay que “tratar de no usar más los recursos de los trabajadores”, como el retiro de los fondos de las cuentas individuales de ahorro para pensiones, ya que el apoyo a los ingresos de las familias debe ser “una responsabilidad pública”.

Inversión en innovación para el futuro

En este contexto, los economistas plantearon la necesidad de invertir en innovación, ciencia, tecnología y conocimiento para abordar el desafío a largo plazo de lograr un crecimiento del país sustentado en una economía más competitiva.

De acuerdo con Eyzaguirre, el impulso fiscal para el próximo año debería “priorizar muy fuertemente lo que debe ser la inversión en la infraestructura digital” ya que se deben hacer todos los esfuerzos para estar a “nivel de clase mundial”.

En su análisis Australia, Nueva Zelanda, Noruega y España tienen en promedio un gasto en innovación y desarrollo de 1,8 puntos del PIB, mientras Chile tiene 0,3 puntos: “Ustedes dirán que es porque son más ricos, pero no es así. Es un perfil, una forma de entender el desarrollo distinto porque cuando estos países tenían el nivel de ingreso per cápita nuestro invertirán en innovación -como también en educación y capacitación- tres veces más como porcentaje del PIB de nostros”.

En esta misma dirección, Sanhueza manifestó que en el actual escenario en donde el país enfrenta una transformación productiva el enfoque de la inversión pública debe cambiar ya que los mercados se van a ajustar a este cambio que produce la actual crisis sanitaria.

“Necesitamos ver los países más exitosos relativamente en este contexto; son todos los países asiáticos que han sabido invertir en innovación y desarrollo, que han sabido crear conocimiento e invertir en ciencia y nuevas tecnologías”, manifestó.

Landerretche criticó el recorte presupuestario que impulsa el Gobierno en las becas para estudiar en el exterior y a ciencia y tecnología.

“A mí me parece impresentable. Es incomprensible y no tiene ningún sentido fiscal los montos involucrados en eso, son irrisorios para un presupuesto público”, comentó. A su juicio el error está en la falta de visión estratégica por parte del Ejecutivo, dado que dicho gasto tiene “enorme rentabilidad en el largo plazo” lo que se suma al bajo nivel que tiene el país en lo que se invierte en innovación.

A ello se suma en la necesidad de impulsar cambios en el desarrollo de nuevas capacidades productivas que pueden originarse desde las empresas estatales ancladas en desarrollo tecnológico.

Reforma tributaria

En donde no hubo consenso fue en el timing de iniciar un debate para reformular el sistema tributario, a pesar de que hubo puntos de encuentro respecto a la necesidad de revisar el régimen.

“Aquí hay sectores de la sociedad que en esta transformación se están beneficiando y otras que están perdiendo. Ahí tiene que haber una recaudación fiscal que sea consistente con eso”, señaló Sanhueza. Para ella, dado que hay riqueza que “está siendo beneficiada” por los cambios estructurales en la actividad productiva y en la manera de consumir bienes y servicios por parte de las personas “hay espacio para aumentar el impuesto a la riqueza para mejorar la progresividad del sistema tributario. Y en Chile también necesitamos aumentar la base del impuesto a la renta”.

“Creo que es una mala idea subir impuestos ahora” aseveró Landerretche. Explicó que “todo impuesto que se sube va a generar un efecto complicado sobre la reactivación y nunca afecta solo al que uno quiere afectar”. No obstante aquello, manifestó que a futuro se debe avanzar en una reforma “sustantiva”.

Por su parte, Zahler consideró que el país necesita tener una estructura tributaria distinta a la actual: “Es un tema que se ha discutido hartas veces, hemos tenido varias reformas tributarias. Yo creo que se está dando una situación en la que hay que intensificar ese aspecto, es fundamental ese tema”.

“Se están dando las condiciones para que, más allá de una reforma tributaria, haya un cambio radical del sistema de diseño de la estructura tributaria en chilena en estructura y nivel”, agregó.

En este sentido Eyzaguirre instó a que la clase política adopte acuerdos en materia fiscal. El debate, a su juicio, está en que por el lado de los ingresos hay bajas contribuciones de impuesto al ingreso de las personas, sobre todo en el factor capital junto a la “enorme” cantidad de exenciones tributarias “que no se justifican”.

"Australia, Nueva Zelanda, España y Noruega tienen un porcentaje de contribución de las personas al erario nacional que es en torno a 10,5 puntos del Producto. Cuando tenían nuestro nivel de ingreso tenían una contribución de 11,8 y la chilena es de 1,4. Entonces, estamos a una distancia sideral”, comentó.

En síntesis, señaló que "este es un problema de voluntad política, tenemos perfectamente en el ámbito del impuesto directo a las personas el espacio para financiar esta distinta estrategia de desarrollo que he planteado".

A ello agregó que en cuanto a la capacidad de recaudar dentro de las facultades del Servicio de Impuestos Internos (SII) “la Constitución actual es una reestricción demasiado importante”, por lo que no se debe dejar de lado.