Preocupación en la DC porque el quiebre de la bancada se traspase a las bases
Lo ocurrido esta semana “genera una tensión interna que era innecesario provocar en estos momentos”, se lamenta un legislador falangista.
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La decisión de la Democracia Cristiana de apoyar al gobierno, entregándole un triunfo que parecía imposible hace sólo unos días, podría tener insospechados efectos colaterales. Uno de los más complejos para el timonel de la colectividad, Fuad Chahin, es la división de la bancada de diputados, sin mencionar el riesgo de que la tienda pudiera volver a caer en el aislamiento político, como advierten desde el Senado algunos representantes de la DC.
Y, encima de todo, cuando ayer las críticas hacia la DC aún arreciaban, el diputado Pablo Lorenzini provocó incertidumbre al comunicar a sus pares que se abstendría en la comisión, aunque finalmente aprobó, tal como había comprometido.
Este episodio grafica el escenario al interior de la bancada, que además de dividida, al jefe de los diputados, Gabriel Ascencio, le está resultando muy difícil gobernar. Porque el quiebre podría tener efectos más profundos que el evidente, ya que algunos temen que las bases del partido, que no siempre sintonizan con sus autoridades, pudieran repudiar el acuerdo con el gobierno, lo que “genera una tensión interna que era innecesario provocar en estos momentos”, se lamenta un legislador.
Por otra parte, aunque sólo tres diputados –Mario Venegas, Raúl Soto y Víctor Torres- expusieron públicamente su oposición a la estrategia, varios otros apoyaron a la directiva sin mucha convicción. Ese es un elemento que puede contribuir más adelante a profundizar las diferencias internas, llegado el minuto de abordar el articulado. Porque la DC tendrá que hacer una discusión de fondo respecto a quiénes pagarán los impuestos para compensar la integración.
En este sentido, el diputado Venegas aclara que la bancada nunca votó esta decisión, porque tras la exposición de los dos diputados integrantes de la Comisión de Hacienda en favor de aprobar la idea de legislar –Pablo Lorenzini y José Miguel Ortíz- y las palabras de Chahin –que almorzó con la banca el martes-, no había mucho más que hacer frente a una mayoría abrumadora.
A su juicio, “este proyecto era emblemático, marcaba un rumbo, una ruta a seguir” y lo ocurrido “tiene consecuencias no sólo desde el punto de vista del valor mismo del proyecto, sino en los efectos que tiene el intento de unidad entre la oposición en el Parlamento”.
Y pensando en las diferencias al interior de la bancada, mantiene la postura de que lo que se consiguió del gobierno es “claramente insuficiente” como para aprobar la idea de legislar, respecto de lo que él estima que debe ser lo central que hay que evaluar: si es regresiva o no y si termina con las desigualdades. En su opinión “beneficia a los que más tienen”, al igual que cuando se comezó a negociar, dice.
Temas que se van a tener que volver a abordar durante el debate en particular y que, por otro lado, podría ser complejo para el gobierno pasar en el Senado, donde la mayoría de los senadores DC están “indignados” con la decisión asumida por la bancada de diputados y de la que responsabilizan totalmente al timonel del partido.