Pandemia deja su huella: sube la proporción de personas exentas de impuesto a la renta

La merma en ingresos ante la imposibilidad de trabajar en forma normal por las medidas de distanciamiento social generó un hito en 2020, ya que por primera vez en los últimos 15 años cayó la cantidad de contribuyentes personas naturales que declararon ingresos afectos al impuesto Global Complementario.

Así lo muestran las cifras publicadas por el Servicio de Impuestos Internos (SII) en el marco de los resultados de la Operación Renta 2021, basada en la información comercial de 2020.

En el lapso, 10,2 millones de personas declararon ingresos afectos al impuesto personal (tanto en sus tramos exentos como no exentos), una caída de 2% respecto al ejercicio previo, la primera contracción desde 2005, año en que parte la serie estadística. Esto implica más de 200 mil personas menos en relación a 2019.

Dado lo anterior, el año pasado la proporción de personas que se encuentra en los tramos exentos del impuesto a la renta aumentó desde 74,2% en 2019 a 75,3% en 2020.

Desde el SII explican que el resultado es efecto de la contracción en la actividad económica generada por la crisis sanitaria, lo que impactó directamente en el empleo, con más de dos millones de plazas destruidas en el peor momento de la primera ola.

De hecho, señalan, las cifras dan cuenta de una disminución de los trabajadores asalariados y a honorarios en el período, basado en las declaraciones de renta de los contribuyentes y las declaraciones juradas de sueldos, honorarios o pensiones informadas por los agentes retenedores.

Bajas en todos los tramos

El impuesto Global Complementario consta de ocho tramos, con uno exento para quienes perciben hasta 13,5 UTA al año ($ 688.891 mensuales) y una tasa máxima de 40% para las rentas desde 310 UTA ($ 15,8 millones al mes).

Todos los tramos anotaron caídas el año pasado, siendo más pronunciados los de tasa 30,4%, 35% y 40%, mientras que los exentos tuvieron la menor disminución en el período (ver gráficos).

La información también da cuenta de una caída de 5,9% en la renta informada por los contribuyentes en el lapso, para totalizar US$ 96.830 millones. Así, el impuesto determinado a la renta total se ubicó en US$ 5.081 millones, una contracción de 19,2% respecto al ejercicio fiscal anterior. En ambos indicadores, nuevamente fueron los tramos de más altos ingresos que acusaron las principales mermas.

¿Reducir el tope exento?

Al socio de Mena Alessandri & Asociados, Andrés Alessandri, no le parece una buena medida rebajar el tope exento, ya que es un tramo de contribuyentes que destina gran parte de su ingreso al consumo, “soportando proporcionalmente un mayor IVA. El desafío que tenemos hoy no debiese ser aplicar mayores impuestos, sino que disminuir el gasto y aumentar el crecimiento”.

El socio de Cumplimiento y Consultoría Tributaria de Grant Thornton Chile, José Tapia Alucema, cree que “siempre es bueno” replantearse el esquema y no considerar tan solo la tasa, sino la base a la que se le aplica el Global Complementario. “Este cambio podría implicar rebajar el tramo exento o el cambio de la tributación en la renta presunta”, dice.

Un punto que comparte el socio de Bustos Tax & Legal, Claudio Bustos: “La equidad tributaria debe pensarse no sólo hacia las rentas más altas, las cuales ya pagan un impuesto elevado, sino también hacia las rentas más bajas. Mientras se mantenga el principio de progresividad en la tributación, no hay inconveniente en que se produzca una ampliación en la base mínima”, enfatiza.

Alex Fischer, socio de Fischer y Cía., considera que el problema es que una parte importante del 10% más rico de la población “prácticamente no paga impuestos a la renta”.

“Por ejemplo, una persona que gana $ 2,5 millones mensuales paga un 4% efectivo de impuesto a la renta. Aunque esa persona no se sienta rica, está dentro del 10% más rico de la población chilena”, explica.

En tanto que para el partner de Tax & Legal de HLB Surlatina Chile, Alex Mansilla, reducir el piso mínimo del tramo exento "implicaría afectar con impuesto a la denominada clase media vulnerable, que es la que constantemente debe luchar por no caer en la pobreza".

"Para allegar recursos al Estado se deben considerar medidas menos riesgosas, sobre todo si se considera que los expertos ya han señalado que lo más probable es que el próximo año nuestro país entre en una fase de recesión", argumenta.