Gloria Hutt, la ministra “rockstar” del Gobierno
El martes la ingeniera capitalizó el lanzamiento de la nueva línea 3 del Metro. Militante de Evópoli, está logrando algo casi impensado: cambiar la percepción sobre el Transantiago.
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El viernes pasado, a las 7:15 am, Gloria Hutt (63 años) tomó la micro 518 de Metbus, que pasa a una cuadra de su casa en la comuna de Providencia, y se bajó a metros de su trabajo. Tomar el transporte público para llegar a la oficina es parte de la rutina de la ministra de Transportes desde hace años y ahora, que es la máxima autoridad nacional en el área, mantiene su costumbre al menos una o dos veces por semana.
Lo que sí ha cambiado radicalmente es que si antes pocas personas o ninguna la reconocía, ahora la mayoría la saluda y le desea suerte. El martes pasado, cuando se inauguró la nueva Línea 3 del Metro, ya la aplaudían y se abalanzaban para estrecharle la mano.
En Twitter causó revuelo el comentario de la diputada del Partido Humanista, Pamela Jiles, destacando el “outfit” que usó la ministra para la ocasión, a lo que un seguidor de la parlamentaria reaccionó con desprecio y garabatos. Al instante la ministra contestó que “vestirse es una forma de expresión” y que el “vestuario da identidad a las personas y a civilizaciones”. Y que sin “groserías la vida es mejor”.
En la encuesta Cadem de diciembre pasó a ser la segunda ministra mejor evaluada del Gobierno, tras la titular de la Mujer, Isabel Plá, superando al canciller Roberto Ampuero y al ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, con un 65% de aprobación y 17 puntos más que los que tenía en octubre. Ni la ley Uber, ni el paro portuario parecen hacerle mella.
“Candidata presidencial”, dijeron los analistas, futura “senadora” dijeron los políticos, la ministra “más rockstar del Gobierno” dijo Evópoli, su partido, haciendo alusión a sus dichos a La Tercera de que si hubiera sido hombre le habría gustado ser David Bowie.
Familia de ingenieros
Con herencia germana por parte de padre y madre, Gloria Hutt Hesse creció entre San Antonio y Santiago. Su padre, ingeniero militar al igual que su marido, fue trasladado varias veces de ciudad, con lo que sus dos hijas debieron aprender desde pequeñas a adaptarse a los cambios. Así fue como también sus estudios de ingeniería civil debieron comenzar en Brasil.
Su vida nómade continuó una vez casada, ya que un cáncer testicular de su marido obligó al joven matrimonio a trasladarse a Washington, Estados Unidos. Al poco tiempo nació su primera hija, Bernardita. Luego adoptaría a dos hijos en Chile: Teresita y Felipe.
“Cuando supimos que no podríamos tener más hijos, siempre estuvimos de acuerdo en que adoptaríamos”, contó una vez a la revista Paula. “Cada uno es un universo y eso me encanta. La vida familiar se enriquece con más hijos. Y ellos son muy entretenidos”.
Su propia experiencia de vida, dijo entonces, la llevó a estar de acuerdo con la adopción homoparental. No es la única postura liberal que defiende. También apoya el matrimonio igualitario, una de las banderas de su partido.
Experta en transporte
Cuando asumió como subsecretaria de Transportes del primer gobierno de Sebastián Piñera, en 2010, era una desconocida para el mundo político. Pero no así para el mundo técnico. Con un postgrado en la Universidad de Georgetown cuenta con una trayectoria de 25 años en el sector de la ingeniería en transportes. Fue socia y directora de la firma británica Steer Davies en Latinoamérica, donde coordinó las operaciones para Chile, Colombia, Brasil, México y Puerto Rico.
“Es la profesional más capacitada en el área que existe en Chile (…) desde el punto de vista profesional es muy difícil de superar”, ha dicho su exsocia de Quiz Consultores, Cecilia Godoy. En 2010 fue galardonada con el premio Justicia Acuña Mena del Instituto de Ingenieros de Chile.
“Gloria Hutt logró mejorar la imagen del transporte público, obteniendo una buena evaluación ciudadana en una cartera conocida como ‘mataministros’”, escribió en La Tercera Iván Poduje, de Espacio Público.
Fue en el año 2000, a través de Ana Luisa Covarrubias -que trabajaba en Libertad y Desarrollo-, que conoció a Cristián Larroulet. Poco a poco comenzó a participar en el debate de políticas públicas, lo que se intensificó durante 2004 con el lanzamiento del Transantiago. En 2010, Larroulet la llamó para sumarse al Ejecutivo. Allí compartió cartera con el exministro Felipe Morandé y luego con Pedro Pablo Errázuriz y logró ganarse la confianza del Presidente.
Sus cercanos dicen que la ministra “entiende el humor” del jefe de Estado y que él la consulta constantemente por temas técnicos. Los expertos y políticos valoran su conocimiento del área y también su voz dialogante.
La ministra, que ha declarado su pasión por la costura y que tuvo por años una tienda en Alonso de Córdova, en tanto, aclara que no es la favorita de Sebastián Piñera, que está concentrada en sacar adelante los desafíos de Transportes y que cada día tiene su afán.