Dos miradas para un mismo proyecto de ley
Connotados economistas y altos ejecutivos del mundo empresarial reunió ayer un seminario organizado en conjunto por el BID, la OCDE y el gobierno. Y si bien el foco del encuentro era la productividad del país y las fórmulas para crecer más allá del sustento que ofrece el cobre, el proyecto de reforma tributaria fue tema obligado para los expositores. Una serie de opiniones se sucedieron para revelar las distintas visiones que genera el proyecto que hoy se tramita en el Congreso. Dos ejemplos de la distancia que provoca la iniciativa y sus alcances fueron las declaraciones del economista Klaus Schmidt-Hebbel, las que se contrapusieron a las expuestas por el ex director de Presupuestos Mario Marcel. El punto de equilibrio, por ende, sigue en duda.
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"La reforma tributaria tiene un efecto adverso y eso hay que reconocerlo en el debate público"
Hasta ahora, el debate se ha enfocado de manera muy parcial en el efecto que tendrá la reforma en el ahorro y la inversión".
Una opinión muy crítica fue la que entregó ayer el economista Klaus Schmidt-Hebbel en torno al proyecto de reforma tributaria firmado el 31 de marzo pasado por la presidenta Michelle Bachelet y que esta semana tuvo su turno en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Desde su perspectiva, no se están tomando los tiempos adecuados que se necesitan para discutir cambios de la envergadura propuesta ni se ha puesto el foco en un tema vital, que es cómo afectará la iniciativa al ahorro y la inversión.
De acuerdo a lo planteado por el economista, toda reforma tributaria importante y ambiciosa como la actual tiene efectos, sobre todo tomando que en cuenta que ésta en particular persigue un objetivo a largo plazo, como es mejorar la calidad en la educación, cuyos resultados se podrán ver recién después de 10 o 20 años.
En ese escenario, Schmidt-Hebbel mostró especial preocupación por los efectos que el proyecto tendrá en el corto plazo, apuntando especialmente a que las empresas contarán con menos recursos para destinar al ahorro e inversión, ya que hay muchas compañías que utilizan sus utilidades para dichos fines, lo que de aprobarse la propuesta se verá afectado con la eliminación del FUT y el aumento impositivo.
"¿Cuánto es ese efecto? No lo sabemos. ¿Es adverso? Por supuesto que es adverso, va a reducir el ahorro y la inversión de las corporaciones y eso en mi opinión no va a ser exactamente compensado por mayor ahorro de las personas o del sector público. Por tanto, hay un efecto y eso creo que hay que reconocerlo en el debate público", declaró antes de participar en el seminario "Además del cobre, ¿qué?: Políticas para el crecimiento de la productividad en Chile", organizado en conjunto por el BID, la OCDE y el gobierno.
Ausencia de debate técnico
El economista también se refirió a los cambios que ha introducido el gobierno a la iniciativa legal en los últimos días, señalando que se trata de ajustes "muy menores" y que surgieron tras una presión política del oficialismo.
"Me parecen indicaciones que surgen precisamente de presiones políticas dentro de la misma Nueva Mayoría, donde hay algunos congresistas que defienden los intereses de las regiones que ellos representan y donde fueron elegidos o algunos sectores en particular", expresó.
se ha enfocado de manera muy parcial en el efecto que tendrá la reforma en el ahorro y la inversión, sobre todo ha faltado discusión desde un punto de vista técnico.
desde un punto de vista técnico. "Creo que simplemente no se está dando el tiempo necesario para hacer una evaluació muchísimo más calmada más técnica, de propuestas que recién se conocieron tres o cuatro semanas atrás cuando lo anunció la Presidenta y ahora estamos ad portas de cambios legales", sostuvo.
En esa línea, llamó a evaluar con mucha más tranquilidad una reforma de esta envergadura, poniendo como ejemplo la apertura que ha mostrado el gobierno en otros temas, como la eventual reforma al sistema de pensiones o iniciativas relacionadas con la productividad.
"Falta debate, político y técnico, que siempre van de la mano. Pero debate técnico sin duda que falta, y falta muchísimo", concluyó.
"Hay muchas cosas que hoy se están diciendo que no tienen una suficiente base económica"
Si alguien está defendiendo sus intereses, mejor que lo plantee así (...) las PYME tienen voz propia y no necesitan que las defiendan".
"A mí me parece que la reforma tributaria era algo que el país necesitaba". Así de categórico fue ayer el subdirector de Gobernabilidad y Desarrollo Territorial de la OCDE, Mario Marcel, al referirse al proyecto de ley que impulsa el gobierno y que ha sido el centro del debate económico en las últimas semanas en Chile.
El ex director de Presupuestos se refirió a las críticas que ha recibido la iniciativa desde diferentes frentes -principalmente desde el ámbito empresarial-, que postulan que tendría efectos negativos en el ahorro y la inversión, manifestando que a pesar de que en el balance macroeconómico el ahorro tiene que financiar la inversión, son cosas diferentes y que son decididas de forma separada por los agentes económicos.
"Una empresa que quiere invertir tiene la posibilidad de financiarla con su propio ahorro o de endeudarse o ampliar su capital. Entonces, creo que quizás en la discusión que se ha dado en Chile no se ha hecho suficientemente esa distinción y se ha insistido mucho en que esto inmediatamente golpea la inversión, cuando en realidad el FUT no es un mecanismo para fomentar la inversión, es un mecanismo para fomentar el ahorro de las empresas para que eso -a su vez- financie la inversión", sostuvo.
En esa línea, Marcel manifestó que un "buen proyecto de inversión es igualmente rentable con o sin cambios en el FUT, si es que nos tomamos en serio el FUT", ya que si la empresa en algún momento pensaba distribuir dichas utilidades el impuesto se iba a pagar de todas formas.
"Hay muchas cosas que hoy día se están diciendo que, en primer lugar, no tienen una suficiente base económica; y, en segundo lugar, uno lo puede entender en el contexto de que hay distintos intereses en juego, que hay muchos actores que no les gustaría tener que pagar mayores impuestos, pero ligar eso a la inversión es una cosa totalmente diferente", planteó.
Sobre si el proyecto afectará o no a las PYME, lo que ha sido planteado por el empresariado, destacó que en la propuesta del gobierno hay una serie de señales que apuntan a apoyar a las pequeñas y medianas empresas y que además cuentan con una serie de regimenes tributarios que tienden a beneficiarlas. "Si alguien está defendiendo sus intereses, mejor que lo plantee de esa manera (...) pero creo que las PYME tienen voz propia y no necesitan que las estén defendiendo", dijo.
Por otra parte, Marcel valoró la transparencia con la que ha contado la iniciativa desde que fue planteada en la campaña presidencial de la presidenta Bachelet, lo que a su juicio marcó un punto de partida "bastante positivo". También defendió los tiempos que está tomando el debate, indicando que hay que tomar en cuenta el efecto de dilatar incertidumbre en torno a la reforma misma como su discusión. "A la economía le cuesta mucho prolongar durante mucho tiempo la incertidumbre sobre cómo va a ser el sistema tributario en el futuro. Entonces, aquí hay que balancear, darle su espacio. El Congreso debe tener su espacio, pero al mismo tiempo todos los actores que participan de ese debate deben tener en cuenta que la incertidumbre tributaria no le ayuda a nadie y que es bueno que una reforma pueda aprobarse dentro del plazo respectivo", explicó Marcel.