El 20% del dinero que reparte el principal programa social de Brasil se gasta en sitios de apuestas en línea
Los jugadores en Brasil pagan tasas de 400% para financiar la fiebre de apuestas online en el país. Los pobres están “acumulando deudas” para financiar su vicio, lamentó el presidente Lula en la ONU.
Por: Bloomberg | Publicado: Miércoles 13 de noviembre de 2024 a las 18:30 hrs.
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En la sede de las Naciones Unidas, rodeado de líderes de países de todo el mundo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó una diatriba sobre los males de las apuestas.
Fue un tema inusual para abordar en las reuniones anuales de septiembre de la ONU, especialmente porque el panel había sido convocado para debatir esfuerzos para preservar las normas democráticas, pero a Lula no le importó.
El juego, arremetió, está destruyendo las finanzas de innumerables personas, especialmente las más pobres, que están “acumulando deudas” para financiar su vicio.
Unos días antes, su ministro de Hacienda, Fernando Haddad, tuvo un estallido similar en Brasilia, declarando que el problema era “una epidemia”.
Haddad habla incansablemente sobre el juego. Lo mismo hace el presidente del banco central, Roberto Campos Neto, quien confiesa observar con nerviosismo el aumento de la deuda de los hogares y comparte la preocupación de Lula de que gran parte de esta deuda proviene del juego
Los tres hombres están luchando frenéticamente por controlar la recién liberada industria de apuestas en línea de Brasil.
Amplificador de pobreza
La adicción al juego es un problema conocido y creciente en todo el mundo, desde Estados Unidos hasta el Reino Unido y Australia, tras la legalización de todo tipo de nuevas plataformas de apuestas.
Pero lo que hace único a Brasil es la sensación de urgencia que este auge ha generado entre los funcionarios de Estado, quienes perciben una mayor vulnerabilidad en la población a la atracción intoxicante del juego.
Casi uno de cada tres brasileños vive por debajo del umbral de pobreza. Y la pobreza amplifica el deseo de hacer una fortuna instantánea apostando por el equipo de fútbol local o girando la ruleta virtual.
Un reciente informe del banco central subrayó la magnitud de este problema y causó conmoción en Brasilia: el 20% del dinero que el gobierno entregó para su programa social insignia en agosto se gastó en sitios de apuestas en línea.
“La vulnerabilidad que viene con la pobreza”, dijo Daniel Dias, profesor de la Escuela de Derecho de la Fundação Getúlio Vargas, “es algo que nos distingue”.
A esto se suma el hecho de que muchos brasileños ahora están accediendo a préstamos por primera vez en sus vidas, a través de aplicaciones móviles y tarjetas de crédito que cobran tasas de interés anuales de hasta el 438%, creando un cóctel explosivo.
Tantos brasileños están acumulando deudas de juego que Nubank, el banco más grande de América Latina, emitió un comunicado en septiembre sólo para tranquilizar a los inversionistas de que tenía una exposición limitada a los prestatarios con problemas por apuestas.