Asgreen construirá planta piloto en Curicó para generar energía con desechos de manzana y aceitunas
La firma está en conversaciones con fondos de inversión locales para levantar capital e iniciar la construcción el segundo semestre del próximo año.
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En 2017, la empresa de asesoría en innovación y desarrollo industrial sustentable de la región del Maule, Asgreen amplió su giro hacia la Investigación y Desarrollo (I+D) en economía circular. Creó una nueva unidad de negocio, la que hoy lidera el proyecto "Agrowaste2energy", el que tras probar en laboratorio la factibilidad de transformar desechos de manzanas y aceitunas en bioenergía, planea levantar una planta piloto en 2021.
El proyecto comenzó hace tres años con el mapeo de la industria productora de manzanas y de aceite de oliva, que según estimaciones de la ingeniera civil químico y fundadora de Asgreen, María Luisa Lozano, produce 282.000 toneladas de desechos de manzanas y aceitunas al año en Chile -de los cuales 220.000 toneladas son de manzanas- las que no vuelven a integrar a sus procesos.
"Hay un potencial de residuos de la agroindustria que nadie aprovecha y no hay interés de las empresas que los generan en hacer algo con ellos porque no es su negocio", explica Lozano.
En 2018 diseñaron un proceso industrial -que incluye maquinaria y reactores- para transformar los desechos -principalmente la pulpa de la manzana y una pasta de aceituna que se genera al hacer el aceite- en bioenergía. Para ello, extraen sustancias químicas de los residuos y las transforman en energía, proceso que dura tres meses, señala Lozano.
"Son dos procesos, uno donde extraemos el compuesto de los residuos, los de la manzana y aceituna tienen características similares, por eso los podemos mezclar en los mismos equipos. Luego, a partir de lo que queda, generamos la energía. Pensando en el consumo promedio de una empresa de aceite de oliva, la energía que podemos generar es la misma que requiere la planta", afirma Lozano.
Actualmente la investigación está en fase intermedia. Ya realizaron pruebas del proceso industrial a nivel de laboratorio y a la fecha, han procesado cerca de una tonelada de estos residuos, donados por dos empresas de la zona del Maule.
La ejecutiva estima que el potencial energético total que tienen estos residuos, en forma conjunta, a nivel nacional es de 42 MW al año.
La inversión total del proyecto hasta ahora ha sido de $ 90 millones, de ellos, $60 millones son fondos de Corfo y $ 30 millones de Asgreen.
Planta piloto
Lozano explica que el siguiente paso es la construcción de una planta piloto para escalar el proceso a nivel industrial.
Actualmente están en conversaciones con dos fondos de inversiones locales, para levantar los cerca de $ 300 millones que estiman demandaría la infraestructura, la que proyectan construir el segundo semestre de 2021 en Curicó.
El plan, dice Lozano, es que opere durante un año en modo piloto, para luego diseñar una planta definitiva. En ese contexto, adelanta que están en conversaciones con cuatro nuevas empresas de manzanas y aceite de oliva, que están interesadas en el desarrollo.
Una vez que la planta esté operativa en 2022, se busca que se autoabastezca con la energía que genere y la diferencia -al menos un 50%- se inyectaría al sistema para venderla al mercado eléctrico.
"Tomando como referencia las emisiones actuales del sistema eléctrico nacional, la planta podría evitar la emisión de 10.050 toneladas de CO2 al año en promedio", sostiene Lozano.
En paralelo, están evaluando qué otros residuos podrían someterse al proceso para obtener bioenergía, hasta ahora están viendo a los berries y uva.