Impuesto a las ganancias por ventas de acciones genera dudas en inversionistas
Desde la industria señalan que existe confusión y desconocimiento sobre el tema. La mejor fórmula deberá analizarse caso a caso, porque depende de la variación de precio en determinadas fechas.
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En septiembre comenzará a regir el nuevo impuesto único del 10% a la ganancia de capital asociadas a la utilidad obtenida por un inversionista por la venta de acciones. Esto, a raíz de la entrada en vigencia de la Ley Nº21.420, que redujo y/o eliminó algunas exenciones tributarias para financiar la Pensión Garantizada Universal (PGU).
La nueva normativa presenta tres formas de determinar el costo de adquisición de las acciones, lo que cambia el resultado del mayor valor obtenido por el inversionista y por lo tanto, modifica el monto del impuesto que debe pagar.
Frente a las opciones de costo de adquisición de las acciones, existen dos escenarios, la de los accionistas que cuentan con domicilio o residencia en Chile y los que viven fuera del país.
Los primeros, podrán optar a tres opciones: por el precio de cierre al 31 de diciembre del año de adquisición de las acciones; por el valor de adquisición de las acciones; y, para aquellas acciones adquiridas antes de la vigencia de la modificación legal, por el precio de cierre oficial de la acción al 31 de diciembre de 2021.
Para los accionistas sin domicilio o residencia en Chile, solamente podrán acceder a la segunda alternativa de costos de adquisición.
Aplicación de las alternativas
A modo de ejemplo, si una persona con residencia en Chile compró 100.000 acciones de SQM el 12 de febrero de 2015 a un precio de $ 24,09 y las vende el 11 de septiembre de 2022 a $ 74,85, ese inversionista podrá elegir como el valor de adquisición ($ 24,09); el valor de cierre al 2015, esto es, $ 18,39; o el valor de cierre al 31 de diciembre de 2021, ($ 60,77).
Mientras que un inversionista no residente o domiciliado, solo podrá usar el valor de adquisición.
En el primer caso, considerando el valor de adquisición, el mayor valor es de $5.076.000, por lo que el impuesto sería de $ 507.600. En el segundo, con el valor de cierre del año de adquisición (2015) el mayor valor quedaría en $ 5.646.000, lo que deriva en un impuesto a pagar de $ 564.600. Y, en el tercero, correspondiente al valor de cierre de 2021, el resultado es de $ 1.408.000, por lo que el impuesto sería de $ 140.800.
Como se aprecia en el ejemplo, la aplicación de estas alternativas "puede permitir pagar impuestos en una proporción considerablemente menor", dice el socio tributario de Russi & Eguiguren|Quadrant, Jaime Rosso.
Explica que "al ser opcional, si por desconocimiento o error, el inversionista elige un costo menos favorable, es posible que el SII interprete que no admite rectificación posterior". De ahí la importancia de que los accionistas retail estén bien informados respecto a este cambio regulatorio.
Confusión en los accionistas
Desde la industria anticipan que no será fácil que todos los accionistas comprendan estas alternativas. "Hay confusión y seguro habrá cuando se tenga que pagar, pero ahora existe poca claridad por parte de inversionistas", dice el gerente general de MBI corredores de bolsa, Germán Guerrero.
"El proceso aún no es bien conocido por los inversionistas", agrega el gerente general de Renta4, Arturo Frei. Incluso, señala que buscarán vías para explicar los cambios, como por ejemplo, realizar un seminario.
Frei también opina que estas alternativas de cálculo serán difíciles de comprender para los accionistas. "Al existir diferentes formas de calcular el mayor valor, sin duda que se complica más para el pequeño inversionista y desde luego desincentiva el mercado de capitales local", señala.