Un informe preparado por el presidente de la Comisión Europea
(CE), y destinado a los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE, reconoce que
“el aumento de los precios de los alimentos no es un fenómeno temporal y
probablemente persistirá a medio plazo”. Por otro lado la CE propondrá hoy
implicar la PAC en los desafíos del cambio climático y la bioenergía.
El informe preparado por José Manuel Durao Barroso y que
deberá aprobar hoy la CE, al que tuvo acceso el diario español Expansión,
señala que en los últimos 30 años, los precios alimenticios “han disminuido en
términos reales”, tanto en Europa como de manera global, pero “por diversos y
repentinos movimientos, esta tendencia ha cambiado en los últimos meses”.
Bruselas achaca este aumento a “factores temporales y
estructurales”, pero en su análisis de la evolución a medio plazo, la CE señala
que “es improbable que los precios vuelvan a los niveles de antes de la crisis,
al menos a corto y medio plazo”.
Por otro lado, la CE presentará hoy su chequeo médico a la
reforma en curso de la Política Agrícola Común (PAC). Bruselas estima
que las medidas centrales adoptadas en 2003, entre otras la desvinculación de
las ayudas que reciben los agricultores de la producción agraria, la supresión
de las cuotas lácteas en 2015 y el abandono definitivo del barbecho, “son
generalmente positivas y que una reforma fundamental de la PAC dentro del marco
presupuestario actual no es ni necesaria ni deseable”.
Este balance de salud de la PAC –la verdadera reforma se
prevé para 2013– destaca cómo la agricultura europea podría participar de
manera mas activa en los desafíos del momento actual, como “el cambio
climático, la bioenergía, la gestión del agua y la biodiversidad”, gracias al
desarrollo de la
Política Rural, como adelantó este diario el pasado 17 de
mayo.
Bruselas estima que la UE tiene los instrumentos necesarios
para tomar las medidas adecuadas y hacer frente a estos desafíos, aunque
reconoce que “hay limitaciones presupuestarias para su realización”. Respecto a
los biocarburantes, Bruselas propone la supresión de las ayudas a la producción
de materia prima para su fabricación, teniendo en cuenta la fuerte demanda que
existe.
En su balance, la CE defiende el elemento central de esa
reforma, “el sistema de pago único”, que desvincula el régimen de ayudas a los
agricultores de la cosecha y lo liga a dos modelos, sobre los que los Estados
miembros podrán escoger. El modelo histórico, que liga la ayuda a la extensión
de la tierra, o el modelo regional, que es el que defiende la CE y el que
condiciona la ayuda a la media de las recibidas por los agricultores de la
región en los tres últimos años. Este régimen ha permitido a los agricultores
producir sólo en función de las necesidades del mercado y de la evolución de
los precios agrícolas.
Eliminar las cuotas de producción láctea
El análisis de la CE mantiene la propuesta para eliminar las
cuotas de producción láctea en 2015 y la supresión definitiva del barbecho, lo
que permitirá a los agricultores enfrentarse a la situación actual de los
mercados con más competitividad.
Otro elemento clave que podría ser reformado es el método
actual de distribución de ayudas, que se caracteriza por “una distribución de
un número pequeño de ayudas de muy elevada cuantía, y un número muy elevado de
ayudas de pagos muy pequeños”. Esto lleva a complicaciones administrativas
importantes por lo que Bruselas propone el establecimiento de condiciones
mínimas.
España apoya los aranceles al plátano
Los ministros de Agricultura de la Unión Europea
analizaron ayer la situación de las negociaciones de la Ronda de Doha, en
especial sobre el tratamiento de la producción de plátano en el marco de las
negociaciones de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). La Ministra de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, respaldó la decisión de
recurrir el dictamen de la Organización Mundial del Comercio favorable a
Ecuador y contrario al arancel europeo para las importaciones de plátano.
Espinosa señaló que la supervivencia del plátano en la UE
pasa por disponer de un mecanismo que regule las importaciones, y añadió que el
resultado final de esas negociaciones debe ser el establecimiento de un nivel
mínimo de arancel que asegure el mantenimiento de un sector productor
comunitario “estable”. La
Comisión Europea, por su parte, ha aplazado la presentación
de dicho recurso contra la sentencia de la OMC, que declaraba que el impuesto
de 176 euros por tonelada aplicado por la UE a las importaciones bananeras de
América Latina vulnera las reglas internacionales sobre comercio.