Regulador hispano rechaza datos contables de Pescanova y amenaza con sanciones

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV, el regulador bursátil) no dio el visto bueno a los datos que el lunes a última hora presentaba Pescanova. El regulador subrayó en un comunicado que "la información remitida no ha sido elaborada de acuerdo con los estándares de contabilidad exigibles y, por tanto, no se ajusta a lo requerido".

Ahora, el organismo que preside Elvira Rodríguez comunicó a la empresa gallega que, "en virtud de las facultades que le atribuye la Ley del Mercado de Valores" monitorizará los trabajos de la auditoría forense contratada por la compañía "con el objeto de conocer de forma continua los resultados de las comprobaciones en relación con la situación patrimonial de la empresa".

Para finalizar, la CNMV advierte al grupo pesquero de que "los procedimientos sancionadores que pudieran derivarse de los hechos anteriores o cualquiera otros relacionados con la situación de Pescanova seguirán su curso de conformidad con la normativa de aplicación".

Pescanova incumple así los requerimientos del supervisor, que el pasado 5 de abril prorrogaba por tercera vez el plazo para que la empresa presidida por Manuel Fernández de Sousa completara sus datos contables en un plazo de cinco días hábiles que finalizaron el lunes. Ya en ese momento, el regulador amenazaba a Pescanova con imponer sanciones si no remitía las cuentas del segundo semestre de 2012, sus estados financieros y la situación patrimonial.

No remitir en tiempo el informe financiero anual o el semestral puede ser una infracción de las denominadas "muy graves". Las sanciones por este tipo de faltas son muy variadas, pero la que resultaría más previsible a la vista de los hechos sería una multa de hasta 600.000 euros, según las fuentes jurídicas consultadas.

Los administradores, por su parte, podrían enfrentarse a multas de hasta 300.500 euros y a la inhabilitación. La pena más dura hace recaer sobre el emisor y sus administradores la responsabilidad por daños y perjuicios que se hubiesen ocasionado a los accionistas como consecuencia de que la información financiera no proporcione la imagen fiel del emisor.