Londres se resiste a aumentar gasto pese a decepcionantes datos

El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, reiteró ayer su compromiso con el plan de reducción de déficit de su gobierno y para regular mejor la banca británica.

“Mi mensaje de hoy es claro e inequívoco. No tengan dudas: seguiremos adelante y terminaremos nuestro trabajo”, señaló Cameron en una reunión con empresarios.

“Estamos poniendo en orden nuestro sistema financiero al garantizar una regulación adecuada del Banco de Inglaterra”, añadió.

Los datos del segundo trimestre británicos del miércoles, peores a lo esperado, originaron llamados a Cameron para que suavice su plan de austeridad de siete años que apuntan a reducir el déficit de presupuesto, la piedra angular de su coalición de gobierno.

El ministro de Finanzas británico, George Osborne, admitió que las cifras habían sido decepcionantes, pero también rechazó gastar más.

Añadió que cuando el gobierno fue elegido en 2010 Londres pagaba las mismas tasas de interés a largo plazo que España e Italia. “Hoy su costo de financiamiento es de más de 6% y el nuestro de 1,5%. Esa confianza del mercado y tasas de interés ultra bajas son activos valiosos, duramente ganados y fáciles de dilapidar”, advirtió.

Osborne dijo que su triple estrategia apunta a lidiar con la deuda británica; crear un régimen impositivo pro negocios y hacer más productiva a la economía. “Un plan creíble para lidiar con nuestras deudas es un ancla de estabilidad y un prerrequisito de la recuperación”, indicó. “Tenemos un plan y lo estamos cumpliendo. Eso da confianza a los inversionistas que miran hacia el Reino Unido”, aseguró.