Internacional

Lagarde: “El FMI no pronosticó ni anticipó la brutalidad de la crisis financiera”

Christine Lagarde se une a otros representantes de la entidad y desestima que fórmula de rescate de Chipre sea un “modelo”.

Por: Expansión, España. | Publicado: Viernes 19 de abril de 2013 a las 05:00 hrs.
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Gemma Martínez

Enviada Especial a Washington 


“No puede haber ninguna crisis la semana que viene. Mi agenda ya está llena”. Estas palabras de Henry Kissinger (secretario de Estado estadounidense con Richard Nixon y Gerald Ford) están grabadas en una placa negra situada en la mesa de trabajo de Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ella hace suya la cita de Kissinger en un momento en que la economía internacional aún se resiente de la crisis iniciada en 2007. Su sobrio despacho, donde sólo viven libros, plantas, algunas fotos y muchísima luz natural, se encuentra en la planta número 12 de un edificio insípido, muy propio de Washington, que recuerda a un antiguo hospital más que a la sede de una institución de relevancia mundial. Desde aquí, la ex ministra de Economía y Finanzas francesa y su equipo vigilan la economía, negocian rescates e imponen condiciones a los gobiernos.

Y en su primera entrevista a un periódico español desde que llegó al cargo en 2011, que coincide con la celebración de la asamblea de primavera del organismo, Lagarde hace un ejercicio de autocrítica. “Como la mayoría, el FMI no pronosticó ni anticipó la brutalidad y la profundidad de la crisis financiera. Los problemas fueron mencionados por nuestro economista jefe un par de años antes de que comenzara todo, pero no le prestamos la atención suficiente”, expresa.

Se refiere a las advertencias que realizó Raghuram Rajan, economista jefe en 2005, año en que el director gerente del FMI era Rodrigo Rato, ex vicepresidente del gobierno español y anterior presidente de Bankia.

Lagarde matiza que “hay que decir también que estamos aprendiendo en este proceso de la crisis, que está siendo la más larga y profunda desde la Gran Depresión. Había cosas que nosotros conocíamos antes, al entrar en la crisis, que han acabado resultando diferentes después. Y nos hemos tenido que ajustar. Los programas de países como Grecia, Irlanda y Portugal han sido ajustados de forma regular para asegurarnos que nos adaptábamos a los nuevos descubrimientos de la crisis. Repensar nuestras propias ideas anteriores es algo que tenemos que hacer todo el tiempo porque así lo requiere la situación”.

La dirigente francesa afronta ahora uno de los retos pendientes del FMI, la reforma de la gobernanza y del sistema de cuotas que debería dar más poder a las economías emergentes.

- Chipre fue el último rescate de la zona euro, con unas negociaciones muy polémicas y mal comunicadas. ¿Será de verdad un caso único?

- Sí, Chipre no es ningún modelo, ninguna plantilla, dado el tamaño de sus bancos y su peso dentro de la economía, las características de sus depositantes y el limitado peso de los bonistas en cada uno de los bancos. Sin duda alguna, Chipre es un caso muy especial que ha requerido una solución muy especial. Créame que espero que no tengamos que utilizarla de nuevo.

- El proceso y plan pactado con Chipre, con la información disponible hasta ahora, ¿cree que pone en riesgo la credibilidad del FMI y del resto de miembros de la Troika? ¿Considera que el país podrá devolver el financiamiento solicitado?

- Nunca concedemos ningún programa crediticio si no tenemos confianza en que se devolverá el dinero. Es uno de los criterios para prestar nuestro apoyo. Se analiza la sostenibilidad de la deuda y se comprueba si se va a ser capaz de pagarla. Creemos que el programa económico de Chipre es ambicioso, pero estimamos que está en una posición que puede restablecer la situación, recuperarse del impacto de la masiva reestructuración bancaria que necesita atravesar. ¿Estoy diciendo que va a ser difícil conseguirlo? No, aunque sí es ambicioso, tiene un apoyo muy claro por parte de los socios europeos, de la Comisión Europea, del BCE, del FMI. Tenemos que estar al lado de las autoridades chipriotas para asegurar que las condiciones pactadas se implementen.

Una mirada a China


- Después de Chipre, Eslovenia parece ser la próxima pieza del dominó de la zona euro. ¿Qué opina?

- Las autoridades eslovenas están planificando medidas serias para combatir la crisis del crédito y la insolvencia de las grandes empresas. Tienen en mente realizar un programa de privatizaciones a cortísimo plazo. Si pueden hacer esto, al mismo tiempo que continúan reestructurando y recapitalizando a su sector bancario, puede decirse que se encuentran en el camino adecuado. Porque desarrollando estas medidas lo que están haciendo es poner las bases para la recuperación. Es evidente que han tenido un crecimiento negativo recientemente y que necesitan tomar medidas. Pero las autoridades son proactivas y proclives a adoptar estas medidas. Están adoptando las políticas correctas y va a tratarse de una cuestión de implementación.

- ¿Cree que existe algún otro país en riesgo de dejar la zona euro?

- Ya tenemos muchos frentes abiertos en marcha…


- En el ámbito internacional, China parece ser el gran motor del crecimiento. ¿Podrá mantener estas tasas? ¿Es ésa la principal incertidumbre sobre la economía?

- China está liderando el crecimiento en este momento y va a seguir siendo así. Allí existe una continua inclinación a este fin. Están enfocados, además, en la calidad del crecimiento, más que en la cantidad. Eso es algo que siempre es bienvenido.

- Acaban de hacer público su informe sobre perspectivas económicas. España se contraerá un 1,6% este año, algo más de lo esperado antes, pero volverá al crecimiento en 2014, con un exiguo 0,7%. ¿Cómo será posible?

- Pensamos que podría haber crecimiento en 2014, salvo que el país se vea forzado a adoptar medidas duras de consolidación fiscal. En cualquier caso, ciertamente sí pronosticamos que habrá crecimiento en 2015. Ese es un primer aspecto.

Por otro lado, abogamos por caminos de ajustes razonables y sensibles para España antes que recomendarle que ponga un foco exclusivo y excesivo en educciones de déficit en las que solamente haya objetivos numéricos. Estas rebajas, además, serían difíciles de implantar en las circunstancias actuales.

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