Fuerte tensión diplomática entre Perú y Bolivia
La crisis estalló luego que el gobierno de Alan García concediera asilo a tres ex ministros bolivianos involucrados en un proceso penal por genocidio.
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Las relaciones de Bolivia y Perú viven hoy un momento de alta tensión diplomática, luego de las declaraciones cruzadas entre La Paz y Lima en medio del caso del asilo de los ex ministros bolivianos.
La crisis, que se inició en 2007
estalló este fin de semana, cuando el gobierno peruano del presidente Alan
García concedió asilo a tres ex ministros involucrados en un proceso penal junto
al ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-03) por genocidio.
Según consigna la Agencia Boliviana de Información, el presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró la decisión de Lima como un
agravio, "una provocación" y pidió a su par peruano expulsar a los ex
funcionarios bolivianos.
Se trata de la ex ministra de Participación Popular, Mirtha Quevedo, de
Hacienda, Jorge Torres Obleas y de su colega de Salud, Javier Tórrez Goitia, todos
colaboradores de Sánchez de Lozada, quien se encuentra refugiado en Estados
Unidos después de que una insurrección popular lo desalojó del poder en octubre
de 2003.
Sánchez de Lozada es responsabilizado por la muerte, entre septiembre y octubre
de 2003, de 67 civiles, a manos de la fuerza pública y cuyos familiares y
los de 400 heridos por bala, le han abierto proceso en la Corte Suprema de
Bolivia.
"Estamos analizando seriamente estas actitudes del presidente Alan García
y su gobierno que ponen en alto riesgo las relaciones diplomáticas con el
gobierno y con el pueblo boliviano", sostuvo Morales.
"Haremos las consultas correspondientes para ver
seriamente esta provocación, la agresión del presidente Alan García hacia el
pueblo boliviano, hacia los pueblos de Latinoamérica, hacia las instituciones
defensoras de los derechos humanos (...) es una total provocación, una abierta
agresión", fustigó Morales.
En Lima, el canciller José García Belaúnde dijo que las declaraciones de
Morales fueron una "reacción ante la masa y no fue una reacción que se
espera de un Estado a otro Estado".
"De hecho, nosotros no hemos sido informados oficialmente por
Bolivia" sobre el quebranto de la vinculación bilateral, agregó.