Internacional
Comisión Europea presiona a gobiernos para acelerar la reforma a la banca
Los bancos afrontarían mayores requisitos de capital y asumirían una mayor parte en una reestructuración de la deuda griega.
Por: | Publicado: Jueves 13 de octubre de 2011 a las 05:00 hrs.
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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, presentó ayer su esperada propuesta para reforzar a la banca y contener así el contagio de la incertidumbre desde Grecia hacia otras grandes economías de la región.
El anuncio busca poner presión sobre los líderes de la Unión Europea, que deberán analizar la iniciativa durante una cumbre que se celebrará el 23 de octubre y que será una prueba de fuego para la crisis porque si concluye sin novedades será un duro golpe a las expectativas.
Faltan los detalles
Barroso, sin embargo, estuvo lejos de entregar un plan detallado. El funcionario reiteró ante el Parlamento Europeo que la recapitalización debe ser fruto de un “esfuerzo coordinado” y que se debe alcanzar un “ratio de capital significativamente más alto”. Aunque todavía no está definido qué significa eso, todo apunta a que se van a adelantar las metas de Basilea, que originalmente contemplaban elevar las reservas de los bancos hasta 9% de su capital a partir de 2019. Esto se compara con las exigencias de reservas de entre 5% y 6% que se están aplicado ahora.
Para evaluar las necesidades de capital, el presidente de la Comisión Europea señaló que se debe tomar en cuenta la exposición de los bancos a toda la deuda soberana “de una manera transparente”. Las pruebas de esfuerzo que se han realizado hasta ahora para medir la resistencia de los bancos han recibido duras críticas porque sólo incluyeron la exposición a través de bonos.
Pero todavía no está muy claro de dónde van a salir los recursos para recapitalizar a las instituciones. En ese sentido Barroso respaldó la visión de Alemania sobre una “división del trabajo”. Esto significa que los bancos primero deberían acudir al mercado para levantar los recursos. En caso de que no lo consigan podrán recurrir a los gobiernos nacionales, y en última instancia al fondo de estabilidad financiera de Europa.
En la práctica, las nuevas condiciones significan que en el caso de un default de Grecia los bancos necesitarán levantar recursos por 200 mil millones de euros. Si la totalidad de esa cifra saliera de los gobiernos, eso significaría que 40% de la banca europea quedaría en manos estatales, según UBS, lo que podría desatar una nueva ola de críticas por el denominado “riesgo moral” de rescatar con dinero de los contribuyentes a privados que querían beneficiarse de inversiones riesgosas.
Pero la situación de los bancos resulta aún más compleja si se considera que en la próxima cumbre se discutirá además extender el porcentaje de una reestructuración de la deuda griega que deberán asumir los privados, desde el 21% contemplado inicialmente hasta 50%.
Todas la nuevas condiciones anunciadas por Barroso se aplicarían específicamente a aquellas grandes entidades financieras que sean definidas como “sistémicamente importantes” y tendrán prohibo repartir dividendos y pagar bonos hasta que hayan cumplido las nuevas exigencias.
Barroso además hizo un llamado a acelerar la liberación de un sexto tramo de ayuda para Grecia. La recomendación llegó justo en momentos en que las autoridades helenas informaban ayer que el déficit fiscal aumentó 15% en los nueve primeros meses del año a 19.160 millones de euros, a pesar de las estrictas condiciones de ajuste impuestas a cambio de la ayuda.
El funcionario, por último, recomendó adelantar la entrada en vigencia de un mecanismo de financiamiento permanente que va a reemplazar al fondo de estabilidad a partir de 2013.
Luces en Eslovaquia
Las señales de confianza de la Comisión Europea, además, fueron reforzadas por noticias desde Eslovaquia, el último país que debe aprobar el fortalecimiento del fondo de estabilidad financiera de Europa. Aunque el congreso rechazó el martes la medida, las autoridades sellaron ayer un acuerdo con los líderes de la oposición que permitirá ratificar el proyecto en una nueva votación, que se realizará esta semana.
El anuncio busca poner presión sobre los líderes de la Unión Europea, que deberán analizar la iniciativa durante una cumbre que se celebrará el 23 de octubre y que será una prueba de fuego para la crisis porque si concluye sin novedades será un duro golpe a las expectativas.
Faltan los detalles
Barroso, sin embargo, estuvo lejos de entregar un plan detallado. El funcionario reiteró ante el Parlamento Europeo que la recapitalización debe ser fruto de un “esfuerzo coordinado” y que se debe alcanzar un “ratio de capital significativamente más alto”. Aunque todavía no está definido qué significa eso, todo apunta a que se van a adelantar las metas de Basilea, que originalmente contemplaban elevar las reservas de los bancos hasta 9% de su capital a partir de 2019. Esto se compara con las exigencias de reservas de entre 5% y 6% que se están aplicado ahora.
Para evaluar las necesidades de capital, el presidente de la Comisión Europea señaló que se debe tomar en cuenta la exposición de los bancos a toda la deuda soberana “de una manera transparente”. Las pruebas de esfuerzo que se han realizado hasta ahora para medir la resistencia de los bancos han recibido duras críticas porque sólo incluyeron la exposición a través de bonos.
Pero todavía no está muy claro de dónde van a salir los recursos para recapitalizar a las instituciones. En ese sentido Barroso respaldó la visión de Alemania sobre una “división del trabajo”. Esto significa que los bancos primero deberían acudir al mercado para levantar los recursos. En caso de que no lo consigan podrán recurrir a los gobiernos nacionales, y en última instancia al fondo de estabilidad financiera de Europa.
En la práctica, las nuevas condiciones significan que en el caso de un default de Grecia los bancos necesitarán levantar recursos por 200 mil millones de euros. Si la totalidad de esa cifra saliera de los gobiernos, eso significaría que 40% de la banca europea quedaría en manos estatales, según UBS, lo que podría desatar una nueva ola de críticas por el denominado “riesgo moral” de rescatar con dinero de los contribuyentes a privados que querían beneficiarse de inversiones riesgosas.
Pero la situación de los bancos resulta aún más compleja si se considera que en la próxima cumbre se discutirá además extender el porcentaje de una reestructuración de la deuda griega que deberán asumir los privados, desde el 21% contemplado inicialmente hasta 50%.
Todas la nuevas condiciones anunciadas por Barroso se aplicarían específicamente a aquellas grandes entidades financieras que sean definidas como “sistémicamente importantes” y tendrán prohibo repartir dividendos y pagar bonos hasta que hayan cumplido las nuevas exigencias.
Barroso además hizo un llamado a acelerar la liberación de un sexto tramo de ayuda para Grecia. La recomendación llegó justo en momentos en que las autoridades helenas informaban ayer que el déficit fiscal aumentó 15% en los nueve primeros meses del año a 19.160 millones de euros, a pesar de las estrictas condiciones de ajuste impuestas a cambio de la ayuda.
El funcionario, por último, recomendó adelantar la entrada en vigencia de un mecanismo de financiamiento permanente que va a reemplazar al fondo de estabilidad a partir de 2013.
Luces en Eslovaquia
Las señales de confianza de la Comisión Europea, además, fueron reforzadas por noticias desde Eslovaquia, el último país que debe aprobar el fortalecimiento del fondo de estabilidad financiera de Europa. Aunque el congreso rechazó el martes la medida, las autoridades sellaron ayer un acuerdo con los líderes de la oposición que permitirá ratificar el proyecto en una nueva votación, que se realizará esta semana.