China prepara dos jugadas clave en el estratégico teatro del Océano Índico
Si el Océano Índico es de hecho parte de un nuevo “Gran Juego” marítimo...
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Greg Torode y Ng Tze-wei
Si el Océano Índico es de hecho parte de un nuevo “Gran Juego” marítimo como mucho estrategas regionales sugieren, entonces China parece lista a realizar dos jugadas altamente significativas.
No sólo Pakistán invitó a China a construir una base naval es su estratégico puerto de Gwadar en el Mar Árabe -casi con certeza un paso previo para el recalado amistoso de buques de guerra del Ejército de Liberación del Pueblo- sino que también los últimos reportes sugieren que Beijing está buscando un acceso regular a los puertos en Myanmar, en la Bahía de Bengala, para poder proteger futuros suministros de energía.
Las jugadas -que aún no han sido confirmadas oficialmente por Beijing pero que están bajo un estrecho escrutinio en toda la región- parecen confirmar las primeras indicaciones de que China está determinada a convertirse en una potencial naval significativa en el Océano Índico.
Principalmente, va a significar que China, cuya propia línea costera se extiende a sólo a lo largo del Pacífico, será capaz de diversificar y proteger sus recursos clave de energía y comercio con Medio Oriente y Europa, al igual que apoyar su creciente participación en África.
Su despliegue de naves de guerra en permanente rotación en el esfuerzo internacional anti piratería en el cuerno de África desde fines de 2008 ha subrayado el creciente interés de China en el Océano Índico. Sin embargo, también muestra lo tarde que China ha llegado a la fiesta en esta región, según varios diplomáticos y analistas.
A diferencia del Pacífico, el Océano Índico está dominado por potencias que no residen ahí, aparte de India. Estados Unidos, Francia, Rusia y Reino Unido han estado activos desde hace mucho en la región y tienen acceso a una amplia red de puertos amigables, particularmente en el Mar Rojo y en el muy estratégico Golfo Pérsico. Estados Unidos, también, mantiene un gran instalación en Diego García, un sitial enclavado en el medio del Océano Índico.
Según reportes en Pakistán y medios extranjeros, altos oficiales de ese país confirmaron que la solicitud sobre Gwadar fue efectivamente realizada durante la visita del primer ministro Yousaf Raza Gilani a Beijing el mes pasado, agendada para marcar el aniversario 60 de las relaciones sino-pakistanies.
Los reportes indican que Islamabad quiere que China establezca una base naval en Gwadar, que se ubica en el suroeste de Pakistán y donde Beijing ha ayudado a construir un puerto comercial administrado por inversionistas de Singapur.
”Le preguntamos a nuestros hermanos chinos que por favor construyan una base naval en Gwadar”, dijo el ministro de Defensa de Pakistán, Chaudhry Ahmed Mukhtar según los reportes.
Aunque la presencia de China en Gwadar no es nada nuevo, la idea de una base naval generó interés e incluso alarma entre algunas naciones vecinas, particularmente India.
Un puesto amistoso ubicado en la entrada del Golfo Pérsico -a sólo 500 kilómetros del estrecho de Hormuz- le daría la marina china un enclave sin precedentes en la región. A medida que la economía china se vuelve crecientemente dependiente del petróleo extranjero, los analistas han sospechado desde hace tiempo que Beijing quiere extender el alcance de su poder marino para proteger las líneas de suministro de petróleo.
Aunque reconoce una intensa cooperación con Pakistán, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Jiang Yu, dijo no haber “oído sobre este proyecto en particular”.
Pero es interesante que se produzca precisamente en momentos en que China expande rápidamente la producción de una de sus exportaciones militares más exitosas, la fragata Tipo 054 que se está usando con gran efectividad en los patrullajes anti piratería.