Chile se ofrece como destino seguro para empresas españolas tras expropiaciones
España es el segundo inversor histórico en Chile con inversiones acumuladas por US$15.000 millones en las últimas dos décadas.
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Chile, el tercer receptor de la inversión extranjera en América Latina, se promociona estos días como un destino seguro para las empresas españolas, que ya ocupan un papel preponderante en este país y que se han visto sacudidas por las recientes expropiaciones en Argentina y Bolivia.
Con inversiones acumuladas por valor de US$15.000 millones en las últimas dos décadas, España es el segundo inversor histórico en Chile, solo superado por EEUU, y en 2011, a pesar de la crisis, se situó en tercer lugar, con US$795 millones, según cifras del Comité de Inversiones Extranjeras de Chile.
"El interés de las empresas españolas por venir a Chile es evidente toda vez que el número de visitas y de consultas va en aumento", explica a Efe Matías Mori, vicepresidente ejecutivo de este organismo estatal.
Fue entre finales de los 80 y principios de los 90 cuando se produjo el primer desembarco de las grandes multinacionales. Los bancos BBVA y Santander, la operadora Telefónica, la eléctrica Endesa -ahora italiana-, las distribuidoras Aguas Andinas y Aguas de Barcelona y las constructoras Abertis y Sacyr Vallehermoso ocupan desde entonces una posición destacada en sus respectivos sectores.
Pero la crisis en España, sumida en su segunda recesión en tres años, llevó a las empresas a buscar una vía de escape en Latinoamérica, hasta el momento inmune a la convulsa coyuntura europea.
Esta segunda oleada está protagonizada por las pymes, en especial las dedicadas a las energías renovables, y al tratamiento y desalinización del agua para dar servicio a mineras, enclavadas en el desierto de Atacama y motor de crecimiento del país.
De hecho, según explica a Efe el consejero económico y comercial de la Embajada Española en Chile, José Antonio García, el Gobierno de Mariano Rajoy quiere hacer de la internacionalización de las empresas "una política fundamental y prioritaria de su acción en el exterior".
Como parte de su labor, García traslada a los ejecutivos el análisis de que Chile es un país seguro para las inversiones gracias a su estabilidad, el adecuado manejo de las variables macroeconómicas y la certidumbre jurídica para el desarrollo de los negocios.