Auge en Texas y recesión en California: el sueño americano no es igual para todos
Sector energético texano se mantiene vigoroso, lo que asegura estables tasas de empleos.
- T+
- T-
Por Leonardo Ruiz Pereira
Uno de los cambios económicos mundiales más grandes no vendrá necesariamente de Europa, porque durante la última década Estados Unidos fue testigo de un reordenamiento de los tamaños de sus economías estatales, lo que se traduciría en una nueva composición al interior de la mayor potencia global.
Mientras estados como Ohio, Michigan, Wisconsin, Illinois, Indiana y California son algunos de los que menos han crecido en los últimos diez años otros como Nevada, Arizona, Wyoming, Oklahoma, Nueva York y Texas han visto expander sus economías desde 2001.
Un ejemplo emblemático es Texas. Con crecimiento interanual de 3,3%, el mayor consumidor eléctrico estadounidense logró superar a Nueva York (1,1%) en 2011, dejando atrás a otros como Alaska (2,5%) y California (2,0%), gracias a un Producto Interno Bruto de más de
US$ 1,3 billón (millón de millones) y que representa cerca de 8,7% de la economía estadounidense.
La economía texana se ubicó el año pasado como la segunda más grande del país, por detrás de California, casi duplicando los US$ 762.900 millones que produjo diez años atrás, en 2001. Una clave del éxito ha sido lograr controlar el gasto, haber sorteado con éxito la burbuja inmobiliaria, y aprovechar el boom de la industria energética.
Efectivamente la flexibilidad en el sector energético, gracias a una desregulación de su mercado eléctrico hace una década, permitió inversiones de empresas por hasta
US$ 41.000 millones en nueva generación y capacidad de transmisión.
El estado también logró convertirse en el número uno de EEUU por creación de empleos, agregando a la fuerza laboral estadounidense cerca de medio millón de puestos de trabajos desde diciembre de 2009, con lo que volvió a su nivel previo a la recesión.
Sólo en abril, Texas anotó además el segundo mayor incremento en la cantidad de empleos de EEUU y ciudades como Houston, Dallas y San Antonio ya figuran entre las diez más pobladas de la nación norteamericana, sin contar a Austin, que con 820 mil habitantes dejó atrás a San Francisco, California.
El impulso energético
El Índice de Actividad Económica de Texas, del Banco Comerica, avanzó un punto porcentual en abril, alcanzando un nivel de 97,5, lo que evidencia que el estado “continúa demostrando un crecimiento económico fuerte”, explicó a Reuters el economista jefe de Comerica, Robert Dye.
El experto agregó que “pese a los niveles bajos de los precios de gases naturales, la actividad de perforación petrolera en Texas se mantiene vigorosa, con lo que el sector energético del estado sigue conduciendo a un avance en la creación de puestos de trabajos”.
La fortaleza de la manufactura y la energía sigue impulsando el sector de los servicios, lo que otorga una amplia base para que continúe el crecimiento económico, añadió.