Selaive: “La economía enfrentará un shock desinflacionario en el mediano plazo”
Señala que la inestabilidad a raíz de la acción del Reino Unido provocará un menor crecimiento global que llevará a Chile a crecer como tope 2% en 2017.
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“Este es un shock que deprime la pendiente de recuperación del mundo, y eso por supuesto que tiene implicancias sobre el impulso externo que pueda tener Chile durante los próximos años”.
La idea resume la principal preocupación del economista jefe de BBVA Chile, Jorge Selaive, frente a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), quien en esta entrevista revisa sus principales efectos en la economía local.
- Las proyecciones de crecimiento de Chile para éste y el próximo año ya era acotadas sin el Brexit. ¿Cuál es su visión ahora?
- La economía chilena va a tener mucha dificultad y no va a ser para nada fácil construir un crecimiento en o sobre 2%. Nuestra visión es que 2% es el techo de crecimiento para el PIB del próximo año.
- ¿Esa proyección contempla una mayor inestabilidad global?
- Este escenario de crecimiento mundial más plano, con un impulso externo más bajo que el que se podía estimar hace un par de meses, lo único que hace es transformar el sesgo a la baja de nuestra proyección en una realidad. La probabilidad hoy es que efectivamente el PIB se ubique bajo el 2% de nuevo el próximo año.
- Con la volatilidad de los mercados, ¿se pone en riesgo la convergencia de la inflación al rango meta?
- La economía enfrentará un shock desinflacionario en el mediano plazo con la noticia del Brexit, adicional al que ya nosotros estábamos estimando. Nuestro escenario base apunta a una inflación entre 2% y 2,5% para 2017 y este escenario de depresión de la demanda externa que genera el Brexit, coloca un riesgo aún más bajista para la inflación de mediano plazo.
- ¿Y en el corto plazo?
- La inflación de corto plazo (junio y julio) va a estar muy vinculada a factores estacionales que tienen nombre y apellido, relacionados al aumento de precios de los productos perecibles. Pero a nivel subyacente, la inflación de bienes y de servicios está muy acotada.
- ¿Un fortalecimiento mayor del dólar no pone en riesgo esta visión?
- Una primera impresión llevaría a pensar que el tipo de cambio tendría que subir con mucha fuerza producto del Brexit, pero debemos considerar que el apetito de los inversionistas internacionales por retorno puede generar renovado ingreso de capitales de corto plazo a economías con tasas de interés que son apreciadas como altas y, además, economías que cíclicamente dan la impresión que están en el piso del ciclo, como es el caso de Chile.
Esos son dos factores que podrían llevar a que todas estas alertas que están hablando de que el tipo de cambio va a subir por el Brexit, se vean bastante decepcionadas.
- El Brexit llevó al mercado a postergar por lo menos en doce meses el alza de tasas en EEUU. ¿Qué efectos tendrá esto a nivel local?
- Le entrega más espacio de maniobra a todas las economías emergentes en sus políticas monetarias. Los países claramente van a reaccionar aumentando los estímulos monetarios, porque la primera barrera de contención son efectivamente estas medidas de liquidez que residen en la autoridad monetaria. Las acciones que podría tomar el gobierno vienen luego de una evaluación con más calma.
- ¿Eso llevaría al Central a mantener la tasa por un tiempo prolongado?
- Consideramos que haber emprendido el proceso de alzas a mediados del año pasado, haberlo reafirmado a finales del año pasado, fue un error. Fuimos muy enfáticos en eso, dijimos que no estaban dadas las condiciones externas ni locales para comenzar a subir la tasa. En consecuencia, hoy si hay un próximo paso en la política monetaria, será a la baja. Vamos a tener que revertir este proceso de alza de tasas que se emprendió y que en nuestra opinión estaba justificado en un desanclaje inflacionario que no era tal.
-¿Ese próximo paso se debería dar pronto?
- Según las proyecciones del mismo Banco Central, Chile crecería en torno a 1,5% en el segundo semestre. Si es así y si efectivamente entramos al rango meta, comienza a construirse un espacio para primero, modificar el sesgo y luego, comenzar a evaluar un eventual recorte. Con una economía que se queda plana en crecimiento, no recupera potencial y con un consumo privado que debería continuar desacelerándose -dado que no tiene elementos que lo empujen, como el mercado laboral-, la política monetaria contará con mayores grados de flexibilidad en la segunda parte del año y el Banco Central debería ampliar su abanico de opciones.
- ¿El BC debería entregar un mensaje en esa dirección en la reunión de julio?
- Poco a poco se puede ir construyendo el camino en las reuniones de política monetaria, ir mostrando al mercado que se han dado eventos no contemplados en el escenario base, como el mismo Brexit y mostrar que existe espacio para que la política monetaria tenga un rol más contra cíclico. Colocamos notas de cautela respecto a si el estímulo monetario actual es tan importante como se considera, ya que insistimos en que la tasa neutral no está en torno a 4,5% o 4,75% como estima el Central, sino más cerca de 4%.
"Se debe evaluar utilización del Fees"
El escenario para las arcas fiscales ya estaba ajustado antes del Brexit y Selaive cree que se mantendrá así en los próximos años. El economista estima que el gasto fiscal va a crecer 3% en 2017 y lo haría en el mismo nivel -o incluso por debajo- por los tres años siguientes.
"Las autoridades tendrán que explicar que el gasto fiscal puede tapar hoyos, pero no todos", plantea, y agrega que también se debe desmitificar que la política fiscal expansiva esté correlacionada con el éxito en los procesos eleccionarios. "Tener un gasto fiscal alto el próximo año no es garantía de que la Nueva Mayoría sea nuevamente reelecta, así como en el caso de Piñera no lo fue el crecimiento", argumenta.
En este escenario más acotado y teniendo en cuenta que los niveles de deuda bruta están bajo la atenta mirada de las clasificadoras de riesgo, el Fisco deberá buscar otras alternativas para obtener capital en los próximos años. "Dado que las clasificadoras de riesgo han mostrado tanta preocupación por la deuda bruta y no por la situación fiscal neta, una solución ante eso es hacer uso de parte de los Fondos de Estabilización Económico y Social (FEES). Esa es una discusión que las autoridades van a tener que tener", sostiene.
También plantea que es imperante mantener la convergencia al balance estructural para dar "certidumbre" a través de las políticas macro.