Economía

Sally Yates, la fiscal de Obama que se reveló contra el veto migratorio de Trump

Su controvertida salida del Departamento de Justicia pone fin a una trayectoria ascendente de 27 años en el servicio público.

Por: Nicolás González Araya | Publicado: Martes 31 de enero de 2017 a las 16:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Heroína y traidora a la vez. Así pasará a la historia la carrera de la Fiscal General en funciones de Estados Unidos, Sally Yates, quien hoy fue removida de su cargo como cabeza del Departamento de Justicia al rebelarse contra la política de veto migratorio del presidente Donald Trump.

La controversial salida de la abogada oriunda de Atlanta (Estado de Georgia) pone fin a una trayectoria ascendente de 27 años de servicio en el servicio público estadounidense.

Sin embargo, según consignó el The Washington Post, la funcionaria estaba al tanto de que su decisión se traduciría en despido.

Sus inicios en el sistema público se remontan al año 1989, cuando comenzó como asistente del fiscal Bob Barr en la Fiscalía del Distrito Norte de Georgia, cargo que posteriormente la llevó a convertirse en jefa de la Sección de Fraude y Corrupción Pública en 1994. Luego de varios casos, Yates consiguió su primer hito profesional con la confesión de Eric Rudolph como autor del atentado que mató a una persona en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

Subiendo en la escala jerárquica, para 2002 la funcionaria fue promovida a primera asistente del fiscal, y a procuradora interna en 2004, donde lideró con éxito varios casos de corrupción. Es en esta etapa de su carrera que su buen desempeño captó la atención del entonces presidente Barack Obama, y la nombró fiscal general del Distrito Norte del Estado de Georgia en enero de 2010, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo.

Pero su escalada no se detuvo ahí. Luego de cinco años al mando de su distrito, el Fiscal General Eric Holder (2009-2015) le comunicó a Obama su intención de dejar el cargo, renuncia que terminó con la nominación de Loretta Lynch para presidir el Departamento y de Yates como la "número dos", al mando bajo el puesto de fiscal general adjunta, candidatura que contó con el apoyo casi unánime del Senado.

En esa ocasión, votó en su contra el senador por Alabama Jeff Sessions, quien precisamente es el candidato de Trump para presidir el Ministerio Público, y que enfrenta una dura batalla para lograr la confirmación de la Cámara Alta.

Durante sus dos años como "número dos", Yates se convirtió en la mejor aliada de Obama para cambiar el sistema penal de EEUU, acabar con el encarcelamiento masivo que cuesta millones de dólares a las arcas del Estado y que castiga de manera desproporcionada a los hombres pertenecientes a minorías hispana y afroamericana.

Choque ideológico

Pero lo que se esperaba fuera un relevo tranquilo para la asunción de Jeff Session cambió de manera abrupta por un choque netamente ideológico con la nueva administración.

Yates envió el lunes por la noche una carta a todos los defensores públicos del país para ordenarles que no defendieran en las cortes el decreto de Trump sobre los refugiados, cuya legalidad ya había sido desafiada por varios magistrados.

"Soy responsable de asegurar que las posiciones que tomamos en el tribunal estén en consonancia con la obligación solemne de esta institución de siempre buscar justicia y defender lo que es correcto", escribió la en ese momento número dos en jerarquía. "En la actualidad, no estoy convencida de que la defensa del orden ejecutivo sea coherente con estas responsabilidades, ni estoy convencida de que la orden ejecutiva sea legal", aseguró.

Por ese motivo, "mientras yo sea la fiscal general en funciones, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en defensa de la orden ejecutiva, hasta que esté convencida de que es apropiado hacerlo", sostuvo Yates.

La acción no le gustó para nada al nuevo presidente y ordenó la remoción automática de Yates, con un duro comunicado de prensa por parte de la Casa Blanca.

"Yates ha traicionado al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos", declaró Washington en un comunicado.

"Es el momento de ponernos serios con la protección de nuestro país", afirmó la Presidencia.

Sin embargo, poco después, fue el mismo Comité Nacional Demócrata (DNC) quien no dudó en respaldar la decisión de la "heroica patriota" y cargó contra la "tirana" administración Trump y sus intentos por "silenciar" a la fiscal.

Así son los convulsionados primeros días de la era Trump al mando de la mayor superpotencia del planeta.

Lo más leído