Presidente de Brasil dice que no renunciará y coalición de gobierno empieza a colapsar

“No renunciaré” enfatizó ayer más de una vez el presidente brasileño Michel Temer en un mensaje televisado, un día después de que se difundiera que había sido grabado por los dueños de la empresa JBS respaldando el pago de sobornos al encarcelado expresidente de la cámara de diputados, Eduardo Cunha, para comprar su silencio en el marco del caso de corrupción en Petrobras, conocido como Operación Lava Jato. Pero pese a su determinación, el mandatario se está quedando solo: el Supremo Tribunal Federal (STF) autorizó la apertura de una investigación por obstrucción a la justicia, la coalición de gobierno se está quebrando y miles de personas salieron a las calles a pedir su renuncia.

“No renunciaré. Repito: no renunciaré. Exijo una investigación plena y muy rápida. Esta situación no puede seguir mucho tiempo”, dijo el mandatario. Temer, quien asumió el año pasado tras la destitución de Dilma Rousseff por maquillar las cuentas fiscales, aseguró que exigió el acceso a todos los videos y documentos que lo involucran, lo que le había sido negado hasta ese momento, pero durante la tarde el STF liberó uno de los audios que incriminarían al presidente.

El mandatario negó haber autorizado sobornos, pero reconoció que se reunió con Joesley Batista, uno de los dueños del gigante de la carne JBS, quien entregó la grabación a la fiscalía como parte de un acuerdo de delación compensada.

Temer intentó además defender su gestión económica, diciendo que los indicadores de inflación, el retorno del crecimiento y los datos de empleo crearon esperanza, pero la revelación de esta conversación “clandestina” crea un fantasma de crisis política, que puede hacer “inútil” todo “el inmenso esfuerzo de sacar al país de su mayor recesión”.

Se abren escenarios

Pero más allá del deseo de Temer de mantenerse en el cargo, el presidente recibió golpes en varios flancos, ya que el ministro del STF Edson Fachin autorizó la apertura de una investigación por obstrucción de la justicia en su contra, tras una petición del Procurador General Rodrigo Janot.

El ministro de Cultura Roberto Freire (del PPS) anunció que renunciará al gabinete, y no sería el único. Los partidos de gobierno y oposición ya plantean alternativas para el proceso de sucesión. Según el periódico Estado, miembros del gobernante PSDB consideran que la situación de Temer es “insostenible” y ya tienen una lista para reemplazarlo.

La primera opción de los partidos es que el presidente renuncie, pero esta opción es resistida por Temer, ya que lo dejaría en una posición más vulnerable frente a la investigación.

Un segundo escenario es que Temer sea removido del cargo por el Tribunal Superior Electoral, que actualmente investiga acusaciones separadas relacionadas con donaciones ilegales a la campaña presidencial de Rousseff y Temer en 2014.

Un tercer escenario es que salga del cargo luego de un proceso de impugnación, ya que habría cometido un delito siendo presidente. El impeachment requiere tres quintos de la mayoría de 308 diputados para su aprobación. Pero también sería desgastante: el proceso de destitución de Rousseff tomó ocho meses.

Al no ”tener una actitud de estadista” y renunciar, Temer “no dejó otra opción” al Congreso que trabajar en un proceso de impeachment, dijo el líder del partido DEM en el Senado, Ronado Caiado.

Partidos de la oposición y parlamentarios de tres partidos de la coalición gobernante (Psol, PCdoB, PT, PDT y Rede) formalizaron ayer el tercer pedido de impeachment contra el presidente en menos de 24 horas, acusándolo de cometer un atentado a la Constitución y un crimen de responsabilidad.

Si cualquiera de estos escenarios se concreta, el Congreso tiene 30 días para elegir a un nuevo presidente, lo que se conoce como elecciones indirectas. De forma interina asumiría el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien también está siendo investigado. En la línea de sucesión le sigue el presidente del Senado, Eunício Oliveira, contra quien se abrió un proceso ayer. En el caso de que él tampoco esté disponible, asumiría la presidenta del STF, Carmen Lucia.

Ahora bien, la elección indirecta es una alternativa impopular entre la población y resistida por la oposición, que ya está pidiendo que se convoque a elecciones generales. “El gobierno de Temer se acabó”, declaró el presidente del opositor Partido de los Trabajadores, Rui Falcão. “La solución para la crisis es una sola: elecciones directas ahora”. Lo mismo pidieron las personas que salieron en masa anoche a protestar en las mayores ciudades de Brasil.

Pero el Congreso se resistiría a adelantar las elecciones porque esto requeriría una enmienda constitucional y porque tiene el potencial de que el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva compita por la presidencia, aseguraron analistas de Eurasia Group en una nota a clientes.

Cómo se gestó la investigación que desató la crisis más profunda del gobierno de Michel Temer

Operación Patmos. Así denominó la Policía Federal de Brasil (PF) a la serie de diligencias que realizó ayer, en referencia a la isla en la que según la tradición católica, el apóstol Juan escribió el libro del Apocalipsis. Las acciones policiales ocurrieron horas después de que el diario O Globo diera a conocer la existencia de grabaciones que implicaban al presidente Michel Temer en el pago de sobornos, fruto de la delación compensada más dura en tres años de la investigación Lava Jato.

La crisis que explotó esta semana comenzó a gestarse en julio de 2016, cuando por primera vez sonaron los nombres de los empresarios Joesley y Wesley Batista en el Caso Lava-Jato. Los ejecutivos de la gigante cárnica JBS eran vinculados a presuntas coimas que recibía el entonces presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, quien hoy cumple condena por corrupción y lavado de dinero.

Las negociaciones entre los ejecutivos y la fiscalía para entregar información a cambio de penas rebajadas comenzaron en marzo. El 7 de ese mes, antes de lograr un acuerdo con los investigadores, Joesley Batista se reunió con el presidente Temer y realizó las primeras grabaciones que el mandatario describió ayer como "clandestinas". Más tarde, a principios de abril, los hermanos Batista declararon por primera vez ante la justicia, tras sellar un acuerdo que impide que vayan a prisión.

"Tienes que mantener eso"

Según O Globo, Joesley Batista dijo a Temer que Cunha y Lucio Funaro –operador político de JBS, también en prisión– estaban recibiendo sobornos para asegurar que no hablaran con la policía. Temer, en la grabación, habría respondido: "Tienes que mantener eso, ¿ves?".

El jefe de Estado también habría sugerido a Batista que se reuniera con el diputado Rodrigo Rocha Loures. El encuentro se concretó seis días después y, según consignó O Globo en base a las grabaciones, duró 10 minutos: el legislador dijo al ejecutivo que Temer estaría abierto a nombrar directores de una serie de instituciones públicas a sugerencia de Batista.

El senador y presidente del PSDB, Aécio Neves, también fue parte de las grabaciones. En ellas, habría pedido 2 millones de reales para pagar su defensa en Lava Jato.

Las grabaciones, que el propio Batista puso en manos de la justicia brasileña, desataron la mayor tormenta que ha enfrentado el gobierno de Michel Temer, a un año de haber asumido la presidencia.

Operación Patmos

Funcionarios policiales allanaron ayer la casa del diputado Loures, confidente cercano de Temer y miembro de su colectividad, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). También detuvo a la hermana de Neves, Andrea, y a su primo, ambos acusados de ayudar al excandidato a gestionar los sobornos.

Durante la jornada, la PF llevó a cabo 41 pedidos de búsqueda y aprehensión y otros ocho de prisión preventiva. Logró recuperar cerca de 2 millones de reales en efectivo, además de documentos, libros contables y fiscales, archivos electrónicos, aparatos telefónicos y objetos que podrían servir como pruebas en nuevas investigaciones.