Macrismo apunta a la reelección en Argentina ante el desplome de la figura de Cristina Fernández
Pese a los retiros de subsidios que podrían golpear su apoyo, el oficialismo podrá mantener su agenda pro crecimiento. La Bolsa de Buenos Aires subió con fuerza ayer.
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El mercado celebró ayer la victoria del presidente argentino, Mauricio Macri, en las elecciones legislativas del domingo: el Merval cerró con un alza de 3,26% al tiempo que el peso argentino se fortaleció frente al dólar. El riesgo país, por su parte, llegó a caer 4% en la escala de JPMorgan, donde se ubicó en 334 puntos en relación al rendimiento de los bonos de Estados Unidos, su menor nivel en dos años.
Los movimientos dejaron en evidencia la apuesta de los inversionistas por una continuidad de Cambiemos en el poder, luego de que el oficialismo acaparara un tercio del Senado y se consolidara como la principal fuerza en minoría dentro de la cámara baja.
La perspectiva de una continuidad macrista se fortalece ante la debilidad de la expresidenta Cristina Fernández, derrotada en la carrera senatorial por Buenos Aires con 37,25% de los votos frente al 41,38% del exministro de Macri, Esteban Bullrich. Al llegar al Senado en minoría, la exprimera dama gozará de fuero parlamentario, lo que le será útil ante las investigaciones por corrupción que enfrenta, pero tendrá menos posibilidades de unir al fragmentado sector peronista.
En ese escenario, la consultora de riesgo Verisk Maplecroft apuntó a que Macri podrá competir “cómodamente” por la reelección en 2019. Por su parte, el economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, señaló en un reporte que el resultado de las parlamentarias dará “continuidad a las políticas actuales amigables con el mercado y la inversión”.
Pero no todo está saldado. Macri enfrenta dos años en los que deberá reducir el déficit del país y controlar el gasto. Ya ayer se selló un aumento de entre 9% y un 12% en el precio de los combustibles. Antes de fin de año, también subirían las cuentas del gas, luz y transportes.
En una conferencia de prensa, el presidente anunció ayer “una etapa de reformismo permanente. Argentina no tiene que parar y tenerle miedo a las reformas”. Agregó que su agenda avanzará con “la mayor velocidad que podamos y todo el gradualismo que podamos”.
Temas sensibles
Macri había logrado postergar el alza de los combustibles, que se había anunciado en septiembre, pero no hará lo mismo con los otros aumentos que vienen este año.
“En particular, el aumento en el precio del transporte es políticamente muy sensible, porque la más rezagada es el área metropolitana de la Capital Federal, donde hay uno de cada cuatro votos”, dijo a Diario Financiero el director de la consultora argentina Synopsis, Lucas Romero. “Ahí golpeará fuerte el bolsillo y seguramente va a recrudecer el clima”, sentenció.
En su conferencia, Macri sostuvo que mientras la Casa Rosada siga conviviendo con un déficit, va a seguir tomando deuda. “Si uno no va a financiar el déficit con inflación, lo tiene que financiar con deuda”. Pero también señaló que el ritmo de endeudamiento “no puede continuar para siempre. No sería responsable”.
Acuerdo nacional
Fuentes del diario argentino Clarín señalaron ayer que el presidente ampliará el encuentro que tendría con gobernadores del país sobre sus reformas, y convocará a parlamentarios de todos los sectores, junto a jueces y empresarios.
La estrategia apuntaría a buscar un gran acuerdo nacional en torno a su agenda, una decisión que antes rechazaba de plano. Entre las prioridades estarán el Presupuesto 2018 y la reforma tributaria y fiscal, que apuntará a reducir los impuestos a las empresas y eliminar distorsiones. Según el presidente, la reunión se llevará a cabo “lo antes posible”.
Macri también buscará sellar reformas políticas, especialmente en torno al financiamiento de campañas, además de impulsar la formalización en el mercado laboral e incentivar a los inversionistas locales con un cambio en los mercados de capitales.
"Mientras Cristina siga en la política, la oposición peronista no se va a unir"
- El resultado de estas legislativas, ¿fue un apoyo a Mauricio Macri o más bien un rechazo al retorno de Cristina Fernández?
- Hay un componente fuerte de rechazo a Cristina, pero en algunos lugares, como Capital Federal, donde el macrismo arrasó con más de 50%, hay un reconocimiento a la gestión. Hay una gestión más ordenada, más honesta y la gente ve resultados concretos. Eso explica también el éxito, no sólo anti kirchnerismo, sino también la esperanza de un futuro mejor.
- ¿Prevé que las alzas de tarifas golpeen el apoyo a Macri?
- Yo creo que ahora viene una luna de miel y hubo una reconfirmación del rumbo. Macri anunció las tarifas antes de las elecciones, lo que es inédito: ningún gobierno dice que va a tomar una medida impopular durante una campaña política. En Argentina hay una ola de sinceramiento después de doce años de mucha mentira. Está bien visto ser transparente.
- ¿Qué futuro le ve a Cristina Fernández tras la derrota en estas elecciones?
- Cristina aún conserva un porcentaje alto de adherentes. El tema es que tiene serios problemas con la justicia. Tendrá que ir a los juzgados a explicar su patrimonio y su accionar en el caso Nisman. Ella se quiere posicionar como única líder de la oposición para que cuando esté presa pueda acusar una persecución política. - ¿Cree que ella pueda amenazar al macrismo en las presidenciales de 2019? - Imposible. A lo que le teme Cambiemos es a que se una la oposición peronista, pero mientras Cristina siga en la escena política eso no va a suceder. Ella tiene un caudal de votos no despreciable, con más de 3 millones de personas, pero a nivel nacional tiene un rechazo muy grande que la anula completamente en la carrera presidencial. Hoy día el camino está totalmente allanado para Macri.