Creciente distancia de Trump con republicanos amenaza con frenar la reforma tributaria en EEUU
El presidente tildó de “incompetente” a un senador oficialista en Twitter, dividiendo al partido que controla una escueta mayoría en la cámara alta.
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Apenas minutos antes de almorzar con representantes del Partido Republicano para impulsar su propuesta de reforma tributaria en Estados Unidos, el presidente Donald Trump se disparó en los pies, al involucrarse en una disputa pública con uno de los miembros influyentes del oficialismo en la cámara alta.
En una serie de mensajes en Twitter, el mandatario atacó ayer al republicano Bob Corker, a quien escribió: “no podría ser electo para atrapar perros en Tennessee y ahora está peleando contra las rebajas en impuestos”. Más tarde, lo describió como “incompetente”.
La disputa amenaza con complicar el trámite de una de las iniciativas insignes de Trump en la cámara alta, donde los republicanos, divididos ayer por la disputa, controlan 52 de los 100 escaños.
Los ataques de Trump llegaron luego de que Corker lo criticara duramente en una serie de entrevistas a canales de televisión. “Cuando termine su presidencia, creo que la degradación de nuestra nación, los constantes dichos de no-verdades, los sobrenombres, serán las cosas por las que más será recordado”, manifestó el senador.
Corker, quien ya anunció que no buscará la reelección el próximo año, también pidió al gobierno no interferir con el trámite de la reforma tributaria. “La esperanza es que la Casa Blanca dé un paso al costado y deje que eso ocurra en un proceso normal”, señaló.
El almuerzo del presidente con el partido terminó sin anuncios tributarios, pero sí con novedades. El senador republicano Jeff Flake anunció que tampoco buscará un nuevo período y, en un discurso de críticas veladas a Trump, dijo que “no debemos considerar normal los ataques casuales a nuestros ideales”.
Frustración republicana
La propuesta de Trump, que rebaja de 35% a 20% la tasa de impuestos corporativos y busca simplificar el sistema tributario de la primera economía mundial, enfrenta un calendario ajustado, con pocos días hábiles y el debate presupuestario aún sin zanjar.
Pese a ello, el líder republicano en la cámara baja, Paul Ryan, dijo ayer que espera que la iniciativa se apruebe antes del Día de Acción de Gracias, a fines de noviembre, para que el presidente la firme este año.
Sobre los tuits de Trump, manifestó que no amenazan el proyecto y que “fuera de esta disputa en Twitter, tenemos una oportunidad histórica de reparar el sistema tributario”.
Pero no es sólo Corker el que ha expresado frustración. Según fuentes de Bloomberg, la comunicación entre la Casa Blanca y los parlamentarios oficialistas ha sido escasa, incluso a pocos días de que la cámara baja revele una propuesta republicana detallada.
“Muchos de nosotros estamos frustrados por la falta de detalles”, dijo a periodistas el representante republicano Chris Collins.
Entre los puntos de incertidumbre está una posible rebaja del impuesto de 39,6% que pagan las personas de mayores ingresos, así como la exención tributaria para personas que viven en estados de mayor tasa impositiva. Incluso si la cámara baja logra aprobar un proyecto, el trámite en el Senado será más complejo. Mientras en la primera, los republicanos pueden avanzar sin el apoyo de hasta 22 representantes oficialistas, en la cámara alta sólo pueden perder dos.
Así, la iniciativa que salga del primer trámite podría ser radicalmente distinta de la que termine aprobando el Senado. Las expectativas son que sea más moderada.
Oposición y rechazo
Hasta ahora, el Partido Demócrata no ha dado señales de querer colaborar. El líder de la oposición en el Senado, Chuck Schumer, dijo ayer que el presidente debería dejar de involucrarse en peleas en Twitter, “subirse las mangas y ponerse a trabajar (...) Deje de tuitear y comience a liderar”.
Sobre el proyecto tributario, el parlamentario pidió a Trump comenzar a involucrarse en los detalles de la iniciativa y señaló que la retórica del presidente, quien asegura que mejorará la situación económica de la clase media, no se condice con la realidad.
Incluso fuera del Congreso, los lineamientos conocidos sobre la reforma tributaria de Trump tampoco han generado contento. Según un sondeo reciente de CNN, 52% de los encuestados se opone al plan, mientras que apenas 34% lo respalda.
En un artículo de Financial Times, voces del sector agricultor, uno de los más influyentes en la política de EEUU, advirtieron que el plan podría eliminar exenciones que benefician a la industria, por lo que harían lobby para su rechazo.
La baja popularidad de la reforma amenaza con restringir los votos republicanos, quienes ya miran con nerviosismo las elecciones legislativas de mitad del período, el próximo año.
Puntos de conflicto
LOS MÁS RICOS Las personas de mayores ingresos tributan a una tasa de 39,6% en EEUU. No está claro si Trump cumplirá con su voluntad de reducirla.
ESTADOS CAROS El presidente había apuntado a eliminar la exención tributaria para personas que viven en estados de alta carga tributaria. Dio señales de un pie atrás, pero no está claro qué hará.
AHORRO PREVISIONAL Algunos republicanos han pedido reducir drásticamente el límite de los ahorros previsionales exentos de impuesto. El lunes, el presidente aseguró que no habría cambios, pero el partido aún los evalúa.
LA CLASE MEDIA Trump ha prometido que los beneficios de su plan se enfocarán en la clase trabajadora, pero el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ya ha criticado que los dichos del presidente no corresponden a la realidad.