Brasil: justicia sube la presión al PT para que descarte candidatura de Lula a la presidencia
El PT debió retirar ayer spots radiales en los que el exmandatario aparecía como aspirante, mientras evalúa estrategias para no ceder sus votos.
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Con un candidato preso y declarado inelegible y otro que no logra subir en las encuestas, el Partido de los Trabajadores, que gobernó Brasil durante trece años, intenta adecuar su estrategia a la creciente presión de la justicia, que la semana pasada bloqueó la repostulación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Ayer, un juez del Tribunal Supremo Electoral (TSE) prohibió a la colectividad hacer propaganda radial con el nombre del exmandatario como candidato, en atención al fallo de la misma corte el viernes, que declaró inelegible a Lula por encontrarse condenado en segunda instancia. El histórico líder del PT, quien lidera las encuestas (con 30% de la intención de voto en primera vuelta, en el más reciente sondeo de DataPoder360), cumple una condena de más de doce años por corrupción y lavado de dinero, mientras espera una decisión final del Supremo Tribunal Federal (STF).
El juez Luis Felipe Salomão ordenó aplicar una multa de 500 mil reales (cerca de US$ 121 mil) por cada propaganda electoral que esté en conflicto con el fallo. El TSE ya evalúa más presentaciones y quejas de otros partidos y podría emitir nuevas resoluciones sobre el tema.
En tanto, algunas cortes locales han prohibido a los candidatos a gobernadores o parlamentarios nombrar a Lula como carta a la presidencia. En la región de Ceará, no se puede usar la voz, imagen o nombre del exmandatario.
Pero hasta ayer, la estrategia del PT no había cambiado. Y la incertidumbre seguía aquejando al mercado: el real corrigió las alzas que había tenido el viernes tras el anuncio del TSE y el dólar volvió a cotizarse en más de 4,1 unidades de la moneda brasileña.
El PT resiste
El candidato a vicepresidente del PT, Fernando Haddad -quien es el probable sucesor de Lula como ficha del partido a Planalto- visitó ayer al expresidente en la prisión de Curitiba, donde se encuentra recluido desde abril. Concurrió junto a la actual titular del partido, Gleisi Hoffmann, y a altas autoridades de la campaña.
Haddad, exministro de Educación de Lula y de su sucesora Dilma Rousseff, así como exalcalde de Sao Paulo, no hizo declaraciones sobre el futuro de la candidatura del partido, pero canceló un viaje al sur del país para permanecer en esa localidad.
Según reportes de medios locales, la colectividad está dejando la decisión sobre la papeleta del partido en manos del propio Lula, quien también definiría el momento para hacer el cambio de candidato. La justicia dio diez días para ello y según los cálculos de la colectividad se cumplirían el miércoles 12 de septiembre. Hasta ayer se esperaba la presentación formal de una apelación ante la propia justicia electoral y ante el STF.
La postergación de la decisión podría buscar asegurar la candidatura de Haddad, quien, en un escenario sin Lula, obtiene menos del 10% de la intención de voto en las encuestas y no lograría pasar a segunda vuelta. Otras cartas de la izquierda, como la excandidata Marina Silva (de la coalición ecologista Rede Sustentabilidade) o Ciro Gomes podrían beneficiarse de los votos de Lula.
Así, mientras voces del partido -incluyendo a la propia Hoffman- piden luchar hasta el final por el retorno del exmandatario, otra facción de la dirigencia del PT y algunos candidatos a gobernadores piden resolver el tema lo antes posible.
Carrera abierta
A poco más de un mes de la primera vuelta, agendada para el 7 de octubre, la carrera presidencial comienza a entrar a tierra derecha.
Ayer, el candidato socialdemócrata Geraldo Alckmin criticó al PT por insistir en la candidautra de Lula, asegurando que la victimización es “un engaño vergonzoso”.
Por su parte, Silva fue consultada sobre los ataques que lanzó Rousseff contra ella el fin de semana, cuando la acusó de “aliarse con golpistas”. Dijo, simplemente: “Dios es más grande”. Por su parte, compañero de fórmula, Eduardo Jorge Martins, dijo en una entrevista que el país podría ser administrado desde una cárcel si Haddad gana. “Lula no quiere gobernar, quiere dar órdenes y tener un títere propio”, aseguró.
Los ataques de los postulantes al Palacio de Planalto también se han enfocado en Bolsonaro. Martins dijo que el excapitán del Ejército no tiene posibilidades de ganar. A su vez, en una crítica velada al diputado, el candidato de Partido Novo, João Amoêdo, señaló que la recuperación económica “exigirá mucha convicción de los candidatos, no sólo de sus asesores”.
Si el exmandatario desiste, él sería la carta presidencial del partido.