Los meses decisivos que enfrentarán a Minera Escondida y el Sindicato Nº1 en su negociación colectiva
En los próximos días, la organización daría las primeras luces frente a la respuesta obtenida al proyecto de contrato colectivo.
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Las posiciones oficiales en el campo de negociación entre Minera Escondida y el Sindicato Nº1 de Trabajadores de la faena están pronto a revelarse. Luego de que el 4 de junio la organización -que reúne a más de 2.330 trabajadores- presentara su propuesta de contrato colectivo, la empresa contestó este lunes su parecer, por lo que en estos días se conocería qué tan compleja se vislumbra esta negociación colectiva, la más esperada de la minería.
Eso sí, el proceso recién comienza. Tras la respuesta de la empresa al proyecto de contrato colectivo, que ocurrió en el último día establecido por ley (10 días después de la entrega de la propuesta), comienzan las negociaciones directas entre las partes, donde se podrán reunir las veces que estimen necesarias para lograr un acuerdo, bajo el principio de “buena fe”.
Así, eventualmente, en julio se formularía la última oferta para su votación. Y en agosto, en medio del vencimiento del contrato colectivo vigente el primer día de ese mes, se abriría una etapa de mediación en caso de ser rechazada la oferta.
De acuerdo a la normativa, ésta puede ser solicitada por cualquiera de las partes, dentro de los cuatro días siguientes de aprobada la huelga, suspendiendo la paralización por un periodo de cinco días hábiles, pudiendo prorrogarse la gestión hasta otros cinco días hábiles más si hay acuerdo de ambos protagonistas de la negociación.
De esta forma, de no llegar a un consenso, la primera semana de agosto se podría materializar una huelga.
Si bien el hermetismo ha primado en esta negociación, los trabajadores han reconocido antes de iniciar el proceso que el contexto de mejores precios del cobre y la proyección de un aumento en la demanda del mineral son factores que pondrían sobre la mesa a su favor, por lo que no se descartaría un proceso de difícil acuerdo.
Esto, considerando que en la última negociación en el año 2017 se llegó a una huelga que se extendió por 44 días, impactando directamente la economía local. Además, las conversaciones se darán, probablemente, en paralelo al debate que se pueda dar en el Congreso del proyecto de royalty minero, lo que podría poner más foco sobre esta industria en general.
La propuesta del sindicato contempla -entre otras materias- establecer un sistema de desarrollo de carrera “justo y equitativo”, un incremento salarial de un 5% y ser reconocidos con un bono por única vez equivalente al 1% de los dividendos pagados a los dueños en los últimos ejercicios, el que será distribuido en partes iguales a todos los trabajadores.
La minera solo ha comentado que la respuesta de la compañía garantiza el piso, contemplando idénticas condiciones y beneficios a los establecidos en el instrumento colectivo vigente, conforme a la normativa.