El modelo que baraja el Ejecutivo para implementar el nuevo directorio de ENAP

Un nuevo debate se abre en torno al gobierno corporativo de ENAP. La propuesta de reestructuración se encuentra alojada en la Segpres y debe ser revisada y aprobada por La Moneda para luego ser enviada al Congreso. 
Sin embargo, el modelo que se plantea ya está generando ciertas dudas respecto al rol que jugaría la Alta Dirección Pública en la elección de los directores independientes.

Esto, porque la nueva arquitectura del gobierno corporativo contempla tres directores representantes del gobierno, tres directores independientes y un director representante de los trabajadores.

Para el caso de los directores independientes la opción es que éstos sean escogidos a través del Sistema de Alta Dirección Pública, tal como ocurre en Codelco donde ésta elabora una quina desde donde se escoge a los miembros independientes.

Aún así, en el caso de ENAP hay algunas voces dentro del gobierno que han planteado sus reservas sobre la idoneidad del Sistema de Alta Dirección Pública para escoger directores, señalan fuentes conocedoras del proceso, pues elegir a un director de una empresa estatal, como es este caso, no sólo requeriría tener todas las competencias ejecutivas, sino que también importan otros factores, como la filiación política, entre otras variables.

Cómo será el nuevo directorio no es un tema menor pues éste tendrá la responsabilidad de decidir la estrategia de ENAP, entre otros aspectos, respecto de su carga financiera.

En la actualidad la mesa directiva de ENAP está compuesta por el ministro de Energía, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, tres directores propuestos por Corfo, un director designado por la Sonami, un director designado por el Instituto de Ingenieros en Minas y un director designado por la Sofofa.




Reestructuración


El nuevo diseño del gobierno corporativo es sólo una de las aristas en las que el gobierno trabaja, además de revertir los números rojos de ENAP. La compañía durante los primeros tres meses de este año arrojó deudas por US$ 3.950 millones, y pérdidas por US$ 110 millones . Ante este escenario, la estatal cuenta con una batería de medidas.

La primera de ellas, sería la idea que se presentó al Congreso de eliminar el impuesto de 6% a la internación del crudo. Sólo esta medida les permitiría ahorrar entre US$ 30 millones y US$ 60 millones anuales, casi la mitad de las pérdidas que tuvo la firma durante los tres primeros meses del año.

El segundo frente de ataque consistiría en apostar por el GNL, a través de la capacidad de regasificación que la compañía tiene en GNL Quintero, de unos 3,3 millones de BTU al día, la que en la actualidad no usa por completo. El objetivo sería proporcionar a terceros la capacidad sobrante, algo semejante a lo que hacen ahora, pero a un mayor nivel.

Finalmente, ENAP necesita reducir sus gastos de energía, los que alcanzan un 50% de sus costos variables. Para ello, reflotó la idea de su cogeneradora, en asociación con terceros, para permitirle abastecerse a un precio más barato.

Todos estos planes deberían comenzar a ser implementados durante el próximo año.