Investigadores chilenos han
desarrollado un sistema inteligente para detectar fraudes
eléctricos, tres veces más efectivo que los métodos tradicionales,
como ha comprobado la Compañía General de Electricidad (CGE), que ya
lo emplea para reducir las pérdidas que generan estos delitos.
Así lo explicó a Efe el profesor John Atkinson, quien durante
2007 desarrolló este sistema de inteligencia artificial junto a un
grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Informática
de la Universidad de Concepción.
La eficacia de este innovador sistema reside en su capacidad para
"aprender" a detectar fraudes a partir de los registros que la
empresa tiene de sus clientes: analiza un conjunto de casos
conocidos de fraude y no fraude y genera después un modelo interno
que permite identificar patrones de comportamiento similares.
El sistema permite a las empresas aumentar sus ingresos al
disminuir el número de inspecciones necesarias y aumentar, al mismo
tiempo, el número de fraudes identificados, que suelen darse por la
intervención ilegal de medidores, líneas o aparatos para registrar
un consumo más bajo.
En caso de cometer errores, el sistema se va corrigiendo a sí
mismo y combina tres métodos diferentes de aprendizaje hasta llegar
a una eficiencia aceptable, momento en que está en condiciones de
entrar en funcionamiento y detectar estafas en casos que no se le
habían presentado con anterioridad.
A partir de entonces la empresa envía los datos de consumo de sus
clientes a los informáticos, que a través del sistema detectan
posibles casos de fraude y se los comunican a los técnicos de la
compañía eléctrica, que acuden a inspeccionar los puntos
sospechosos.
Después de poner a prueba esta tecnología durante varios meses,
la CGE ha firmado un contrato para poder utilizar la metodología
hasta mayo de 2010, si bien fuentes de esa empresa no han podido
precisar a cuánto asciende el valor de la electricidad defraudada en
los últimos años.
Tampoco el Ministerio de Economía dispone de datos sobre el monto
defraudado a nivel nacional, aunque en los últimos meses los medios
han difundido casos de empresas y propietarios de grandes mansiones
en lujosos barrios que han sido descubiertos hurtando electricidad.
Los creadores del mecanismo, que ya está registrado y protegido
por la ley de propiedad intelectual negocian ahora con
otras compañías eléctricas del país y planean exportarlo a otras
naciones de la región.