Buses Gran Santiago: piden investigar quiebra fraudulenta

Por Andrés Pozo B.




Para auditar la situación patrimonial de buses Gran Santiago, el próximo martes, los acreedores de la empresa del Transantiago definirán quiénes serán los peritos que correrán con la investigación que abarcará hasta dos años atrás, analizando los movimientos patrimoniales que hubo en la sociedad.

Esto, ante las dudas que se han levantado sobre posibles ilícitos que se podrían haber realizado en la administración de la empresa y que la llevó a solicitar su quiebra.

Buses Gran Santiago, que agrupa a los ex propietarios de las denominadas micros amarillas, solicitó su quiebra y se declaró en cesación de pagos a fines de marzo.

El hecho que levanta suspicacia es que, después de haber cerrado un 2010 con pérdidas por $ 346 millones, entre abril y junio -período en que asumió el síndico Enrique Ortiz-, Buses Gran Santiago logró utilidades por $ 503 millones. Esto graficaría que hubo problemas de administración de la sociedad que la llevaron a esta situación.




Acreedores por 
$ 42 mil millones


Uno de los abogados de los acreedores, Rodrigo Albornoz -ex superintendente de Quiebras-, explica que es de vital importancia contar con un informe técnico que evalúe el comportamiento patrimonial de Buses Gran Santiago, para ver qué decisiones tomarán.

Dependiendo de los resultados de la auditoría -que podría tardar cerca de un mes-, se podría optar por acciones civiles o penales contra los representantes de la firma, así como la solicitud de quiebra fraudulenta.

Actualmente, la empresa tiene acreedores por $ 42 mil millones y ya se da como un hecho que el remate de los bienes de la sociedad -que se realizará en en las próximas semanas- no alcanzará a cubrir la deuda. En esta línea, el próximo 24 de agosto se rematarán 11 inmuebles de la sociedad. En la junta de este martes, además -explica Albornoz-, podría aprobarse el remate de cerca de 300 buses que tiene la sociedad, los que podrían ser rematados a fines de septiembre, pocos días antes que termine la concesión de la operadora del Transantiago.