¿Quién es Lucy Ana Avilés (Walton)? la chilena que trajo el avión para combatir el fuego desde EEUU
Esta psicóloga chilena es casada con uno de los nietos del fundador de Walmart y muchos se preguntan de quién se trata.
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Lucy Ana Avilés (Walton en Estados Unidos) era hasta hoy una desconocida para muchos, pero de un minuto a otro su nombre comenzó a circular en redes sociales, ganándose la admiración y el reconocimiento de miles de chilenos ante su gestión y recursos para traer a Chile al avión más grande del mundo para combatir incendios.
Pero ¿quién es esta mujer? Lucy Ana Avilés Hernández es hija de padre chileno y mamá cordobesa. Estudió en el colegio Juanita de Los Andes, en Las Condes, para posteriormente egresar de psicología en la Universidad del Desarrollo.
Desde hace 10 años es la esposa del arquitecto Benjamin Walton, hijo del mayor de los hijos de Sam Walton, creador de la mayor cadena de tiendas de retail del mundo: Walmart.
Se conocieron producto del azar y sin siquiera saber de quien se trataba el uno del otro. Según una entrevista a revista Cosas, fue gracias a un primo de Ben que vive en Wyoming, quien se ganó en una comida de beneficencia, un viaje por dos semanas a Chile a practicar heliski en valle Nevado. Invitó a quien sería su esposo para que lo acompañara. El novio de una amiga de Luciana, como le dicen, conocía a este primo e hicieron la organización para que ambos tuvieran una cita a ciegas.
Tras una clase de esquí, una semana juntos y el regreso de Ben a Chile, dieron forma a su relación y luego de cinco años se casaron en la viña Santa Rita, para asentarse en Colorado, Estados Unidos.
Una vida filantrópica
El "regalo" que Lucy hizo al país no es el primero que realizan a través de la fundación de la familia Walton, The Walton Family Foundation.
La lista de actos de beneficencia suman: en Estados Unidos colaboraron con Childrens Colorado Foundation, como aportantes en importantes sumas de dinero, además de prestar apoyo financiero a Postpartum Support International (PSI), una organización que va en ayuda de mujeres que sufren depresión post parto y desórdenes ansiosos.
A estas obras se suma el trabajo en el Proyecto CURE, mediante el que su ayuda llegó a Chile al hospital de Licantén, con un aporte que sobrepasó el millón de dólares.
Tras el terremoto de 2010 en el país, la fundación que conforman también ayudó a reconstruir la escuela de Iloca, arrasada por el efecto del tsunami.