Macro

Las lecciones que deberá considerar el Banco Central en su último IPoM del año

Cinco economistas que alguna vez formaron parte del equipo del instituto emisor dan sus recetas.

Por: Denisse Vásquez y Sebastián Valdenegro. | Publicado: Viernes 18 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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El próximo lunes el Banco Central publicará el último Informe de Política Monetaria (IPoM) de 2015, un año en el cual las estimaciones del instituto emisor debieron ser corregidas progresivamente ante una inflación que no cedió con la rapidez esperada y un crecimiento del Producto que se mantuvo debilitado, todo en medio de una importante incertidumbre externa.

Cinco economistas que alguna vez formaron parte del equipo del instituto emisor dan sus recetas para evitar los desaciertos de los informes previos y entregan sus recomendaciones de cara a un 2016 que al parecer no será muy distinto al ejercicio actual.

 

Lehmann: "ha estado más débil en aspectos comunicacionales"

Para Sergio Lehmann, economista jefe de Banco BCI y ex gerente de Análisis Internacional del instituto emisor, los errores en las proyecciones de los IPoM se deben a la fuerte volatilidad e incertidumbre que han caracterizado a este año, por lo que no se pueden catalogar como un desacierto, ya que en cada oportunidad se utiliza la mejor información disponible.


Más que en las estimaciones propiamente tal, el ejecutivo cree que el Banco Central ha presentado una mayor debilidad a nivel comunicacional, ya que "no ha transmitido con suficiente claridad la orientación de su política, llevando en varias oportunidades a sobrerreacciones en los mercados financieros". "En parte -señala-, eso se reconoce en la minuta de política monetaria de noviembre, en donde destaca la necesidad de mejorar las señales que se entregan al mercado".


Un camino a seguir de acuerdo a Lehmann sería tomar el ejemplo de bancos centrales modernos que explicitan la trayectoria de la tasa de política monetaria o que su actuar se afine a la forma en que se orientan los mercados, como es el caso de las entidades de Noruega y EEUU. "Sería importante ir moviéndose en esa dirección, aun cuando, por cierto, ello no signifique en absoluto un compromiso respecto de los movimientos que vendrían en materia de tasas de interés", dice.


A nivel de aciertos, destaca que el Central haya reconocido que el crecimiento potencial se ajustó con fuerza a la baja y estima que la entidad debe repetir este tipo de análisis, con mayor profundidad en otros temas de relevancia para la economía local. "Me parece pertinente abordar con mayor detención un análisis del mercado laboral, que ha aparecido muy resiliente al ciclo económico", postula.


También destaca la labor del banco a la hora de llamar a la búsqueda de consensos en materia de reformas, lo que espera se reitere. "Este rol algo más político del Banco Central es importante bajo la actual coyuntura", afirma.

 

González: ha sido más optimista que el mercado

Hermann González, quien se desempeñó durante cuatro años como economista del Banco Central, cree que las las proyecciones de actividad, inflación y tasa de política monetaria han sido los puntos débiles de los tres IPoM publicados en 2015.


En términos de actividad, el actual economista principal de BBVA Research justifica su visión sosteniendo que el ente rector ha sido "persistentemente" más optimista que el mercado "y las cifras no le han dado la razón". En su opinión, la tendencia se está repitiendo para 2016 y el IPoM de diciembre "es una oportunidad para evitar repetir el error".


"La última encuesta de expectativas económicas arroja una estimación mediana de crecimiento para el próximo año de 2,2% y no pocos analistas, incluyéndonos, creemos que la economía podría crecer menos de 2%. La proyección de crecimiento de 2,5% a 3,5% parece optimista y debería sincerarse", plantea.


Algo similar ocurre con la inflación, aunque González reconoce que la persistencia de los altos niveles "ha sido inesperada para todos" y respecto a la tasa de política monetaria apunta a que hace un año el Central suponía que la TPM se mantendría estable en el corto plazo, lo que se acomodó a una visión de dos o tres alzas en un plazo de un año en el informe de septiembre.


Bajo ese escenario, el economista plantea que las estimaciones del Central no deben verse como una verdad absoluta sino que "deben ponderarse junto con visiones que pueden diferir legítimamente de sus estimaciones".


"En esta línea, la visión sobre la conducción de la política monetaria que hoy se presenta como un supuesto en los informes trimestrales, podría presentarse con mayor flexibilidad. Hoy, amarrarse a una trayectoria de la TPM podría no ser óptimo en un contexto variable y con riesgos diversos como el que continuamente enfrenta la economía chilena", afirma.


Entre los aciertos del Central, González destaca el análisis de la Encuesta Sobre Percepción de Negocios, y el que haya optado por ampliar el plazo de sus proyecciones de crecimiento y acotar el rango en el año. "Este cambio va en la línea de una mayor transparencia, entrega más y mejor información al mercado".

 

Lehmann: "ha estado más débil en aspectos comunicacionales"

Para Sergio Lehmann, economista jefe de Banco BCI y ex gerente de Análisis Internacional del instituto emisor, los errores en las proyecciones de los IPoM se deben a la fuerte volatilidad e incertidumbre que han caracterizado a este año, por lo que no se pueden catalogar como un desacierto, ya que en cada oportunidad se utiliza la mejor información disponible.


Más que en las estimaciones propiamente tal, el ejecutivo cree que el Banco Central ha presentado una mayor debilidad a nivel comunicacional, ya que "no ha transmitido con suficiente claridad la orientación de su política, llevando en varias oportunidades a sobrerreacciones en los mercados financieros". "En parte -señala-, eso se reconoce en la minuta de política monetaria de noviembre, en donde destaca la necesidad de mejorar las señales que se entregan al mercado".


Un camino a seguir de acuerdo a Lehmann sería tomar el ejemplo de bancos centrales modernos que explicitan la trayectoria de la tasa de política monetaria o que su actuar se afine a la forma en que se orientan los mercados, como es el caso de las entidades de Noruega y EEUU. "Sería importante ir moviéndose en esa dirección, aun cuando, por cierto, ello no signifique en absoluto un compromiso respecto de los movimientos que vendrían en materia de tasas de interés", dice.


A nivel de aciertos, destaca que el Central haya reconocido que el crecimiento potencial se ajustó con fuerza a la baja y estima que la entidad debe repetir este tipo de análisis, con mayor profundidad en otros temas de relevancia para la economía local. "Me parece pertinente abordar con mayor detención un análisis del mercado laboral, que ha aparecido muy resiliente al ciclo económico", postula.


También destaca la labor del banco a la hora de llamar a la búsqueda de consensos en materia de reformas, lo que espera se reitere. "Este rol algo más político del Banco Central es importante bajo la actual coyuntura", afirma.

 

Massad: "Escenario debe contemplar mayor presión inflacionaria"

Carlos Massad, presidente del Banco Central en dos períodos, defiende la labor realizada por la gerencia de División de Estudios del instituto emisor. El economista es claro en enfatizar que las proyecciones no son "predicciones" y generalmente tienen mucha inercia, ya que se basan en modelos fundamentados en datos del pasado.


"Por eso, pienso que una mayor preocupación por escenarios alternativos y su probabilidad puede contribuir a la mejor información pública", sostiene Massad.


En cuanto a las proyecciones para 2016, el economista agrega que no es optimista ya que a la hora de conformar el escenario macroeconómico local para el próximo año estima será importante considerar una tasa de crecimiento más bien baja, acompañado de una inflación que se mantendrá en niveles similares a los actuales por lo menos en la primera parte del ejercicio.


"Los efectos del alza del tipo de cambio se han transmitido solo parcialmente a los precios internos, de modo que las proyecciones y escenarios respecto de la inflación deben contemplar una presión inflacionaria que solo cederá en el segundo semestre de 2016", manifiesta.


Respecto a la visión de la actividad, estima que se debe considerar que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se verá afectado por la debilidad de las inversiones observadas en los períodos recientes, a lo que se suma un estado más "endeble" de las economías externas que comercian con Chile -salvo Estados Unidos y la India- y la permanencia de situaciones domésticas "que no ayudan a reducir el riesgo y la incertidumbre".


"Veo una tasa de crecimiento más bien baja para 2016, a la que puede contribuir una situación poco dinámica del sector de la construcción, que ha sostenido el crecimiento en 2015", expone quien dirigiera el instituto emisor.

Morandé: Informes "subestimaron" ipc en 2015

Fue durante su gestión como gerente de la División de Estudios del Banco Central que se dio origen y lanzó lo que se conoce como Informe de Política Monetaria (IPoM), por lo que el economista Felipe Morandé se siente como uno de los "padres" del ahora ya tradicional documento.


Al hablar del reporte -cuyo primer ejemplar se publicó en 2000-, parte destacando que se trata de un trabajo "muy serio, de primer nivel y rigurosidad, con base en modelos estadísticos sofisticados y el juicio de muchos expertos altamente calificados", por lo que el análisis y las proyecciones que emanan del reporte "son de lo mejor que se puede encontrar en este mercado".


"Si hay equivocaciones en las proyecciones, medidas en retrospectiva, son menores que las usuales en este tipo de ejercicios, en tanto los aciertos son más frecuentes que los de analistas privados", recalca.


Sin embargo, Morandé se hace cargo de los cuestionamientos y reconoce que los informes de marzo junio y septiembre, tendieron a ser un poco más optimistas en su escenario base respecto a lo que ha mostrado la realidad.


"Ha habido una tendencia a sobreestimar el rango de crecimiento para el año y a subestimar la inflación", apunta.


Respecto a las estimaciones para el desempeño de la actividad, Morandé señala que incidió la expectativa de que la recuperación en la confianza del sector privado y el repunte en la inversión sería menos lenta de lo que ha sido en la realidad, además de la subestimación de la caída en las exportaciones.


En cuanto a la inflación, el economista agrega que en los informes de marzo y junio hubo una subvaloración del traspaso de la depreciación del peso a los precios internos, lo que se corrigió en septiembre, a lo que se sumó una nueva forma de entender la brecha entre el producto efectivo y el potencial.


"Sin embargo, en los escenarios de riesgo, el Banco Central ha sido conservador y menos optimista: el sesgo ha sido a la baja en cuanto a crecimiento y al alza en cuanto a inflación", postula.

 

Ricaurte: "El Reto es afinar la guía monetaria"

Miguel Ricaurte fue economista senior del Banco Central entre 2009 y 2011 y ahora, en su posición de economista jefe de Banco Itaú Chile, reconoce que en los informes de este año se han generado desaciertos en los escenarios de proyección, pero señala que no es correcto atribuir la responsabilidad completa de ellos al Banco Central, sus autoridades y equipo técnico.


La razón, argumenta Ricaurte," es que nos encontramos inmersos en un contexto de incertidumbre en torno a las variables económicas clave", como si la desaceleración del crecimiento responde a variables estructurales o cíclicas "diagnóstico que recién apareció en el IPoM de septiembre, tras lo cual se inició el proceso de retiro del estímulo monetario", lo que el economista destaca como un acierto.


Otra inquietud al inicio de 2015 era cuán rápido se desaceleraría la inflación para lo cual era clave saber si la economía estaba creciendo por encima o debajo de su potencial, a lo que se suma una serie de sorpresivos shocks externos -bajo precio del cobre que presionó al dólar al alza y se tradujo en mayor inflación importada-, que también complicó el accionar de un Banco Central que esperaba ver que el menor ritmo de actividad incidiese sobre los altos registros de IPC.


En este contexto, más que errores Ricaurte se inclina por hablar de una política monetaria que en momentos pudo haber sido algo pasiva y un tanto complaciente, "lo que terminó por dilatar la convergencia de la inflación".


"El reto para el IPoM de la próxima semana no está en revisar nuevamente supuestos de mediano plazo como el PIB potencial, tasa neutral, tipo de cambio real de equilibrio o el precio de largo plazo del cobre. Más bien el Central debe proveer una guía para la política monetaria que recoja argumentos técnicos y también las percepciones de los agentes de mercado, actores clave para el éxito de la misma", concluye el ejecutivo.

 

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