Embajador Heine: “Una alternativa es un TPP sin los Estados Unidos, pero con China y Corea”
Para el diplomático, 2017 será un buen año para el intercambio bilateral. Cree que el país puede llegar a ser proveedor número uno en fruta fresca y liderar en productos del mar.
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La economía china tuvo altos y bajos en 2016: creció a su menor tasa desde 1990, pero el aumento de 6,7% en el PIB estuvo lejos del “frenazo” anticipado por algunos economistas. Y el intercambio comercial fue de menos a más, con un inicio lento que terminó con un alza de 3,5% y con un aumento de 8,7% en las importaciones.
Para el embajador de Chile en China, Jorge Heine, los números demuestran que los fundamentos de la economía del gigante asiático son sólidos. Desde Beijing, el diplomático proyecta que el crecimiento del Producto no bajará del 6% este año, pero en el comercio exterior ve dos factores de riesgo: la reestructuración de la siderurgia y el carbón y el proteccionismo de otros países, expresado en recursos presentados ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y/o en eventuales alzas tarifarias.
- El ambiente proteccionista que se respira a nivel mundial, ¿servirá para acercar más a China y América Latina?
- Así es. Ello se hizo palpable en la visita a Sudamérica que realizó el Presidente Xi en noviembre pasado, y se cristalizó en su discurso en Davos en enero. Tanto China como América Latina, por razones diferentes, necesitan un orden internacional basado en el libre comercio y la apertura. Así, el Diálogo de Alto Nivel a realizarse en Viña del Mar el 14 y 15 de marzo sobre el futuro de la integración regional en el Asia Pacífico adquiere especial relevancia. Lo mismo vale para el II Foro Ministerial China-CELAC a realizarse en Chile en enero de 2018.
- ¿Veremos un aumento del comercio entre las dos zonas de aquí en adelante?
- El comercio entre China y América Latina tuvo un crecimiento explosivo entre el 2000 y 2013, pero desde entonces se aplanó. En esta nueva etapa, China está decidida a volver a dinamizarlo por medio de mayor cooperación financiera y más inversión. Con Estados Unidos y Europa volcados hacia sus problemas internos, China es una buena alternativa.
- ¿China podría liderar el acuerdo mundial que se buscar para modernizar las relaciones comerciales globales y que se esperaba lograr con el TPP?
- El desafío radica en cómo seguir potenciando y dinamizando el comercio trans-Pacífico y en el Asia Pacífico, la zona más dinámica del mundo. Asia representará la mitad del Producto mundial para 2050.
- ¿Pero es viable lograr un acuerdo sin Estados Unidos?
- Una alternativa es un TPP sin los EEUU, pero con, digamos, China y Corea. Otra es la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) que ha impulsado China. Una tercera es la Zona de Libre Comercio del Asia Pacífico (ZLCAP) propuesta en APEC. La naturaleza aborrece el vacío, y si Estados Unidos “recoge cañuela”, alguien va a ocupar ese espacio. China es un candidato natural.
También podríamos ver un nuevo tipo de globalización, liderada por China, con un mayor énfasis en desarrollo, en infraestructura y en respeto a la soberanía, algo bastante distinto a la que hemos visto hasta ahora.
Chile: mucho más que cobre
- Las exportaciones chilenas a China subieron 4,5% y las silvoagropecuarias crecieron más de 40%. ¿Eso da cuenta de cambios en los hábitos de consumo o es fruto de la mayor promoción?
- La creciente clase media china genera mayor demanda por nuevos productos alimentarios. Pero sin el trabajo conjunto del sector público y el privado por abrir el mercado chino, no tendríamos oferta. Ello partió por el TLC de 2005 -ahora en profundización- y siguió con la firma de numerosos protocolos que autorizan el ingreso de frutas a China. Y la promoción siempre ayuda.
Recordemos que en 2005 solo vendíamos US$ 5 millones en fruta en China, cifra hoy multiplicada por veinte. En 2016, por vez primera, nuestras exportaciones de fruta fresca a China superaron los US$ 1.000 millones y con ello hay una buena posibilidad de que Chile pase a ser el exportador número uno en ese mercado, algo notable dada la distancia.
- ¿La estrategia para promover los alimentos en China ha sido exitosa?
- Las cifras hablan por sí mismas acerca del éxito de esta estrategia público-privada. Y más allá de las frutas, están las carnes y los productos del mar. En carne de cerdo, estamos exportando a China unos US$ 100 millones, y en salmón poco menos de US$ 200 millones, duplicando al 2015. Chile hoy es el séptimo mayor exportador de productos del mar a China, y podríamos estar entre los primeros tres en 2020. China siempre será un importador alimentario neto, y “Chile, potencia alimentaria” es el lema que nos debe guiar.
- A pesar de eso, la principal exportación de Chile a China sigue siendo el cobre. ¿Cómo se puede reducir esa dependencia?
- Primero, añadir más valor al concentrado de cobre que se exporta hoy, refinando una mayor proporción en Chile. Hay conversaciones con empresas chinas que tienen la tecnología de punta en la materia, y con las cuales se podrían llevar a cabo joint ventures.
Segundo, seguir potenciando las exportaciones de alimentos. No solo las frutas, sino que verduras, carnes y productos del mar ofrecen enormes posibilidades. Las importaciones de alimentos en China crecieron al 21,5% anual entre 2001 y 2013, llegando a los US$ 100 mil millones. Suponiendo que lo hagan a la mitad de ello hasta el 2019, llegarían a US$ 217 mil millones.
Tercero, difundir el comercio electrónico que en 2016 llegó a US$ 975 mil millones y podría ser clave para las pymes chilenas y, por último, tomar en serio el turismo chino.
- ¿Los turistas chinos ven a Chile como destino?
- Chile atraviesa por un mini-boom turístico, la gran prensa mundial subraya nuestros atractivos y hay cifras récord de visitantes. Al público chino le fascinan la Antártida e Isla de Pascua.
En 2015, 120 millones de chinos viajaron fuera de China continental, de los cuales 100 mil visitaron Islandia, no es descabellado pretender que un país del tamaño de Chile supere a Islandia en la materia.
Y dentro de las exportaciones de servicios, diría que el mayor potencial está en el turismo. Hemos avanzado en facilitación de visas, aunque nos falta mucho todavía, y los turistas chinos a Chile en 2016 subieron casi un 50%, pero a partir de una base muy baja (22 mil en total) y la promoción, aunque importante, no basta. Se necesita infraestructura turística amistosa: guías y vendedores que hablen chino, folletería en ese idioma, aceptar la tarjeta Union Pay, alternativas de comida china en los hoteles, en fin.
- ¿Y en inversión? Hoy no hay muchos capitales chinos en Chile.
- La inversión china en Chile sigue siendo baja y no guarda relación con los altos flujos de comercio bilateral. Hemos enfatizado infraestructura y energía como prioridades en la promoción de inversión. China está a la cabeza en energía solar y eólica, y creemos que allí hay un potencial enorme, sobre todo en el desierto de Atacama. En materia de telecomunicaciones, esperamos se inicien a la brevedad los estudios de viabilidad para el cable trans-Pacífico de fibra óptica entre Chile y China. Este es un megaproyecto que haría maravillas por acercarnos virtualmente al Asia.