Economía y Política
“Lo que salvará al Euro es el ajuste fiscal, las reformas estructurales y el rescate financiero”
Cree que “sin ninguna duda” habrá nuevos rescates en la zona euro, debido a que la situación aún es muy sensible.
Por: | Publicado: Lunes 9 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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- ¿Qué factor tiene a Europa en esta crisis?
- El contexto es relativamente simple y es el modelo que empujaron los europeos, de unión monetaria, adoptando una moneda común sin tener simultáneamente una unión fiscal y una unión bancaria. Esta fue una apuesta riesgosa que tomaron a mediados de los ‘90 y esa apuesta salió mal, muy mal.
- ¿Qué caracterizó ese período?
- Hubo irresponsabilidad, despilfarro, corrupción masiva -especial pero no exclusivamente concentrada en Grecia-, sobreendeudamiento privado y público para financiar sendas de gasto privado y publico insostenibles, que a su vez alimentaron burbujas de activos, especialmente inmobiliarios. La gran farra del sur y de Irlanda fue financiada por endeudamiento externo a tasas bajísimas, con flujos de capitales desde el norte de Europa y desde el resto del mundo, para financiar consumo excesivo y proyectos de inversión extravagantes.
-¿Qué salida se ve para la situación?
-Lo que va a salvar al euro es una combinación de lo que pide el norte, que es ajuste fiscal y reformas estructurales en el sur, y rescates financiero en el corto plazo, ya sea de países o de sistemas bancarios que están en insolvencia o cerca de eso. No puede ser lo uno en forma extrema, o sea, puro ajuste fiscal y reforma estructural, porque significaría profundizar la recesión y deteriorar aún más la situación financiera de los bancos y los gobiernos, y tampoco puede ser sólo rescate financiero, sin que haya un esfuerzo significativo y creíble por mejorar las condiciones fiscales, financieras y de competitividad de la países en problemas.
- ¿Va a haber más rescates?
- Sin ninguna duda. Ha habido cinco rescates a gobiernos (Portugal, Irlanda, Chipre y dos veces Grecia) y uno a la banca (española) y habrá varios más aún. La situación es muy sensible en Italia, ya sea en su banca o en su gobierno. Portugal posiblemente tenga que recurrir a un segundo rescate y no sabemos qué va a pasar con Irlanda. El sexto y más reciente caso, Chipre, no pesa nada por su reducido tamaño. El riesgo severo mayor es, por supuesto, la necesidad de un rescate futuro de los gobiernos de los países grandes, España e Italia, por el ‘mismatch’ que se presentaría entre sus necesidades de fondos y los montos disponibles en los fondos de estabilidad europeos.
- ¿Y Grecia?
- Creo que sería mucho mejor una salida ahora de Grecia, ya sea acordada, negociada, unilateral o que los echen de la zona euro. Sería mucho mejor para Grecia y para Europa ahora a que ocurra en seis meses más o a fines de 2013. Mi pronóstico es que Grecia va a salir de todas maneras de la zona euro, porque la continuación de las condiciones de un ajuste fiscal y reformas estructurales bajo el alero de la condicionalidad de su plan de rescate y con la continuidad en el uso del euro va a ser tan doloroso y el dolor va a ser tan largo, que es mucho mejor un dolor mayor en el corto plazo, con un recesión más profundo en este año y el próximo, pero con la introducción de una moneda, una nueva dracma, que les permitiría a los griegos una devaluación masiva, creando condiciones de competitividad para los sectores de exportación, como el turismo, algunos servicios, la construcción de barcos y la exportación agrícola. Grecia tiene ventajas competitivas en estos sectores, pero no los puede aprovechar sin salir del euro y devaluar, porque las deflaciones toman muchísimo tiempo y son prolongadamente recesivas.
- ¿Por qué es bueno para Europa?
- Al tirar la cadena a Grecia va a haber un default de la deuda griega, con una pérdida terminal de activos griegos que ya están valorados a precios cercanos a cero en las hojas de balance de sus acreedores externos. Lo otro positivo para Europa de una salida de hoy de Grecia es que concentra las mentes de los señores (Mariano) Rajoy en España y (Mario) Monti en Italia, para tomar las medidas dolorosas pero necesarias de ajuste fiscal y estructural. Aumentaría la disposición política de los gobiernos por hacer reformas más intensas bajo el euro, para que no les pase lo mismo que a los griegos.
- El contexto es relativamente simple y es el modelo que empujaron los europeos, de unión monetaria, adoptando una moneda común sin tener simultáneamente una unión fiscal y una unión bancaria. Esta fue una apuesta riesgosa que tomaron a mediados de los ‘90 y esa apuesta salió mal, muy mal.
- ¿Qué caracterizó ese período?
- Hubo irresponsabilidad, despilfarro, corrupción masiva -especial pero no exclusivamente concentrada en Grecia-, sobreendeudamiento privado y público para financiar sendas de gasto privado y publico insostenibles, que a su vez alimentaron burbujas de activos, especialmente inmobiliarios. La gran farra del sur y de Irlanda fue financiada por endeudamiento externo a tasas bajísimas, con flujos de capitales desde el norte de Europa y desde el resto del mundo, para financiar consumo excesivo y proyectos de inversión extravagantes.
-¿Qué salida se ve para la situación?
-Lo que va a salvar al euro es una combinación de lo que pide el norte, que es ajuste fiscal y reformas estructurales en el sur, y rescates financiero en el corto plazo, ya sea de países o de sistemas bancarios que están en insolvencia o cerca de eso. No puede ser lo uno en forma extrema, o sea, puro ajuste fiscal y reforma estructural, porque significaría profundizar la recesión y deteriorar aún más la situación financiera de los bancos y los gobiernos, y tampoco puede ser sólo rescate financiero, sin que haya un esfuerzo significativo y creíble por mejorar las condiciones fiscales, financieras y de competitividad de la países en problemas.
- ¿Va a haber más rescates?
- Sin ninguna duda. Ha habido cinco rescates a gobiernos (Portugal, Irlanda, Chipre y dos veces Grecia) y uno a la banca (española) y habrá varios más aún. La situación es muy sensible en Italia, ya sea en su banca o en su gobierno. Portugal posiblemente tenga que recurrir a un segundo rescate y no sabemos qué va a pasar con Irlanda. El sexto y más reciente caso, Chipre, no pesa nada por su reducido tamaño. El riesgo severo mayor es, por supuesto, la necesidad de un rescate futuro de los gobiernos de los países grandes, España e Italia, por el ‘mismatch’ que se presentaría entre sus necesidades de fondos y los montos disponibles en los fondos de estabilidad europeos.
- ¿Y Grecia?
- Creo que sería mucho mejor una salida ahora de Grecia, ya sea acordada, negociada, unilateral o que los echen de la zona euro. Sería mucho mejor para Grecia y para Europa ahora a que ocurra en seis meses más o a fines de 2013. Mi pronóstico es que Grecia va a salir de todas maneras de la zona euro, porque la continuación de las condiciones de un ajuste fiscal y reformas estructurales bajo el alero de la condicionalidad de su plan de rescate y con la continuidad en el uso del euro va a ser tan doloroso y el dolor va a ser tan largo, que es mucho mejor un dolor mayor en el corto plazo, con un recesión más profundo en este año y el próximo, pero con la introducción de una moneda, una nueva dracma, que les permitiría a los griegos una devaluación masiva, creando condiciones de competitividad para los sectores de exportación, como el turismo, algunos servicios, la construcción de barcos y la exportación agrícola. Grecia tiene ventajas competitivas en estos sectores, pero no los puede aprovechar sin salir del euro y devaluar, porque las deflaciones toman muchísimo tiempo y son prolongadamente recesivas.
- ¿Por qué es bueno para Europa?
- Al tirar la cadena a Grecia va a haber un default de la deuda griega, con una pérdida terminal de activos griegos que ya están valorados a precios cercanos a cero en las hojas de balance de sus acreedores externos. Lo otro positivo para Europa de una salida de hoy de Grecia es que concentra las mentes de los señores (Mariano) Rajoy en España y (Mario) Monti en Italia, para tomar las medidas dolorosas pero necesarias de ajuste fiscal y estructural. Aumentaría la disposición política de los gobiernos por hacer reformas más intensas bajo el euro, para que no les pase lo mismo que a los griegos.