Tras un año de pandemia, los jóvenes han sido los más afectados por la ola de pérdida de empleos en la Región Metropolitana

Una inquietante huella en el empleo está dejando en los jóvenes de la Región Metropolitana (RM) el paso de la pandemia. Con poco más de 730 mil ocupados en doce meses, este segmento acusa una pérdida en el primer trimestre del año de 115 mil trabajos en doce meses.

Esto llevó a que la tasa que mide la proporción de ocupados en las personas entre 15 y 29 años sobre la fuerza de trabajo registre el mayor retroceso entre los segmentos etarios (6,3 puntos) al ubicarse en 39%, según el análisis del Observatorio Laboral de Sence RM, ejecutado por el Centro de Políticas Públicas UC.

Si bien previo a la pandemia este grupo etario es de los que registra las menores tasas de ocupación junto la tercera edad, “lo que hemos visto con los últimos datos durante toda la pandemia es que, además, fueron mas golpeados porque perdieron más empleo y aumentaron más la tasa de desempleo”, comenta el economista investigador de la entidad, Humberto Jiménez.

A ello, la directora del Sence Metropolitano, Verónica Garrido, agrega que el dato es “preocupante, pues la reincorporación será claramente más lenta y especialmente la de los jóvenes”, que junto a las mujeres y discapacitados son los que registran las tasas más bajas de empleo.

Con 170.848 jóvenes desocupados, se sumaron más de 18 mil en un año, con lo que la tasa escaló 3,7 puntos y se ubicó en 18,9%. Así, este es uno de los grupos que más presiona en la búsqueda de empleo en la región junto a las personas de 30 y 44 años.

Con este cuadro, Jiménez explica que, dado que los jóvenes están asociados a condiciones contractuales “más precarias, en cuanto a trabajos que son temporales”, ello hizo que en el contexto de la pandemia fuera “más fácil” desvincularlos.

En la RM, de acuerdo con el informe del Termómetro Laboral que realiza cada mes la entidad, el 38,2% de las personas en edad de trabajar está inactiva. Por edad, la tasa de inactividad en las personas entre 15 y 29 años evidencia el mayor incremento anual, sumando 101.278 personas.

En tanto desde la mirada de los trabajos informales, el 30% de los jóvenes se desempeña en una ocupación desprovista de protección social, según el reporte. Si bien en doce meses cae 0,3 puntos la tasa de ocupación informal -como parte de los fenómenos que originan las restricciones a la movilidad-, en el trimestre ellos exhiben un alza de 1,7 puntos.

Eso sí, se mantiene que los adultos mayores son el grupo etario con la mayor tasa de ocupación informal en la capital al registrar 41,4%.

Respecto a la merma en los ingresos, el informe señala que en la región el 17% de los ocupados indica que sus ingresos han caído el último trimestre por razones asociadas a la pandemia, lo que se compara favorablemente con el 37,7% que declaró una disminución entre mayo y agosto, que fueron los meses en que la pérdida de empleo (unos dos millones) llegó a su peak.