Caras del teletrabajo: empresas esperan más productividad pero temen pérdida de sentido de equipo
Un 74% de los consultados apoya mantener parte de las actividades en modo remoto. Se valora ahorro en los traslados.
- T+
- T-
Si bien el teletrabajo ha sido una de las principales fórmulas de las empresas para mantener el funcionamiento de sus operaciones en medio de la pandemia, su implementación ha traído consigo una serie de efectos colaterales. Algunos positivos, pero otros que inquietan al interior de las organizaciones, como la pérdida de sentido de equipo por parte de los colaboradores y una mayor dificultad para supervisar a los trabajadores.
Así lo constató la encuesta “Trabajo híbrido y teletrabajo permanente”, realizada por el estudio jurídico Barros y Errázuriz junto a la consultora Montblanc Consulting. De acuerdo con la medición -que fue enviada a 649 directores de empresas y ejecutivos principales-, existe un amplio consenso frente a la posibilidad de que el desempeño remoto sea permanente para un porcentaje alto de la plantilla de las compañías. Sin embargo, no está ajena a complejidades.
Un 74% de los consultados está de acuerdo con mantener parte de las actividades en esquema de teletrabajo de forma estable, y quienes tienen la mayor inclinación por esta preferencia son los gerentes generales (79%), mientras que entre los directores la tendencia hacia esta opción es de 58%.
En esta línea, un 56% afirmó que la productividad aumentará con la implementación de teletrabajo de forma permanente.
¿A qué se debe este fenómeno? Según explica Cristián Yánquez, socio de Montblanc Consulting -consultora con foco en la alta dirección-, el teletrabajo trae algunos elementos claros de aumento de productividad.
“Prácticamente, se eliminan para muchos los tiempos de traslado, que pueden significar en promedio para Santiago un 18% de tiempo diario”, sostiene junto con mencionar que “un estudio de Financial Times estima que al menos el 50% de los viajes de negocio no volverán jamás: para ejecutivos que trabajan en empresas multinacionales esto se ha traducido también en menos horas perdidas de trabajo y mejor calidad de vida”.
Respecto a quiénes se mantendrán con teletrabajo, el sondeo mostró que las industrias intensivas en mano de obra poco calificada tendrían menor proporción de trabajadores con posibilidades de teletrabajo. Así, por ejemplo, en el mundo financiero un 68% de los colaboradores puede teletrabajar, mientras que en el área de la salud un 38% puede hacerlo.
El lado B
De acuerdo a los datos, un 53% de los encuestados señaló que una de las principales dificultades que trae consigo esta modalidad es una mayor complejidad para supervisar los procesos.
Pero no es lo único. La medición también mostró que la pérdida de sentido de equipo es otra problemática que ha ido tomando fuerza, la cual fue mencionada por un 24% de los consultados.
Para revertir esto, Yánquez recomienda impulsar una cultura “conectada” al interior de las firmas.
Sobre este punto, menciona un estudio reciente realizado por Ringcentral en Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá, el cual cual -relata- arrojó que las empresas que generan una cultura “conectada” son más productivas y presentan un mejor bienestar emocional. “Esto es, una cultura en la que no sólo se dispone de tecnología adecuada para fomentar la conectividad, sino que también desarrollar acciones para mejorar la interacción y recreación entre sus colaboradores. Por ejemplo, happy hours virtuales, reuniones semanales de equipo y en algunos casos también videojuegos en línea”, expone el ejecutivo.
Otro dato que arrojó el sondeo, es que un 33% de los encuestados cree que los líderes están poco preparados para liderar en modo teletrabajo.
Para Juan Cristóbal Iturrate, socio de Barros y Errázuriz, si bien la encuesta revela la importancia que las empresas asignan al teletrabajo, también refleja una preocupación por la legislación y principalmente en torno al Reglamento de la Ley y dictámenes de la Dirección del Trabajo.
“Presentan un marco poco flexible, que puede entorpecer la modalidad de teletrabajo. Se ha legislado pensando en las formas tradicionales de trabajo y no en una normativa innovadora y de futuro, repitiéndose padrones de rigidez, que podrían entorpecer la aplicación de la modalidad en un entorno de normalidad”, critica.