Álvarez baja candidatura a Sofofa y acusa tono “confrontacional” y “polémico” en la elección
“He podido apreciar una creciente tensión entre muchos consejeros, una menor apertura al diálogo por razones ajenas a las electorales”, dijo el exministro tras renuncia.
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Cuando se pensaba que el 31 de mayo se definiría el sucesor de Hermann von Mühlenbrock en la presidencia de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) en una elección competitiva, finalmente una escalada de hechos terminó con la incógnita y acabó con el suspenso. Esto, porque el presidente de AB Chile, Rodrigo Álvarez, decidió ayer bajar su candidatura al gremio fabril, dejándole el camino libre a Bernardo Larraín Matte para alcanzar la presidencia.
Pero en el edificio de La Industria la noticia no se vio con sorpresa. Precisamente, la decisión que tomó la noche del martes el propio gremio que representa Álvarez de apoyar al ex presidente de Colbún -quien ya arrastraba una seguidilla de apoyos públicos- fue el golpe de gracia para las aspiraciones del ex ministro. De hecho, desde que el 21 de abril oficializó su candidatura, se difundieron tres cartas de diversos consejeros apoyando al empresario energético. Los únicos apoyos públicos que tuvo Álvarez estuvieron representados por Félix Bacigalupo y Ricardo Cruzat.
El golpe de AB Chile -que no estaba aparentemente en los cálculos de su presidente- provocó que ayer a primera hora de la mañana se activaran las conversaciones del equipo de Álvarez para evaluar los pasos a seguir. Y la decisión fue solo una: declinar su opción. Por esto, Álvarez a las 16.00 horas confirmó las especulaciones y leyó una declaración pública en la sede de la Sofofa, no sin antes lanzar una advertencia: “No contestaré preguntas para que se destaque adecuadamente los motivos o las razones que me llevan a hacer esta declaración pública”.
Acto seguido, explicó : “Estimo que este proceso ha tomado características imprevistas y potencialmente negativas, desbordando su ámbito natural”. Su afirmación fue más lejos, asegurando que “he podido apreciar una creciente tensión entre muchos consejeros, una menor apertura al diálogo por razones ajenas a las electorales, y finalmente, una transformación de una elección gremial en algo más polémico y confrontacional de lo que -al menos yo- anticipaba y creo correcto para la Sofofa”. “Esos niveles de tensión, incluso se han reflejado en AB Chile, el propio gremio que represento”, dijo, haciendo alusión al desaire del gremio que lidera.
Fue entonces cuando enfatizó que no estaba dispuesto a que una elección dañe a la Sofofa y al empresariado y lanzó tajante: “A pesar de que cuento con los votos de una mayoría importante de los consejeros y un fuerte apoyo de los gremios (...), lo que me hace pensar que ganar en un entorno competitivo es una posibilidad real, por las razones antes expuestas y buscando exclusivamente lo mejor para la Sofofa, estimo prudente y adecuado no perseverar en mi candidatura y no presentarme como una opción a la presidencia”.
Sin embargo, sus palabras solo hicieron que la temperatura se elevara, ya que el hoy presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, emitió un comunicado minutos más tarde considerando como “preocupantes” las razones expuestas por el ex ministro. “Esto amerita una reflexión de fondo y que redoblemos los esfuerzos por cuidar las relaciones al interior de nuestro gremio”, indicó.
Presidencia de tres años
Como parte de la agenda electoral, Larraín y Álvarez ayer se reunieron por separado con el directorio de Asimet. A las 18.30 horas -luego del turno de Larraín Matte-, Álvarez llegó a la cita. Según trascendió, explicó su decisión de renunciar y habría señalado que había que preocuparse de lo sucedido en la campaña, en específico en los equipos. A su juicio, se debería impulsar una nueva estructura de la Sofofa. Por ejemplo, habría comentado que la presidencia tendría que ser solo un período de tres años y que se tendría que promover que los gremios que representan a la Sofofa tuviesen más poder.
Larraín Matte: "Respeto la decisión de Rodrigo (...) Nuestro proceso ha sido de propuestas y de conversación"
El ahora más seguro presidente de la Sofofa, Bernando Larraín Matte, no eludió ayer las preguntas al llegar a su encuentro con Asimet. "Respeto, entiendo sus razones, leí recién la declaración y creo que confirma la buena opinión que tengo de él. Voy a seguir en este proceso y voy a aprovechar cada día", dijo sobre decisión de Álvarez.
De hecho, hoy viaja al norte.
Larraín Matte esquivó entrar al debate impuesto por el ex candidato, limitándose a comentar que "hemos hecho un trabajo en equipo, hemos hecho propuestas, conversado con todos los consejeros, y son testigos de cuál ha sido el tono de nuestro proceso: constructivo, unitario, de propuestas futuras. Nuestra aspiración es seguir construyendo piso en este edificio que es la Sofofa". Y agregó: "Respeto la decisión de Rodrigo, sus razones, siempre he tenido palabras elogiosas. Esta no será la excepción y me quedo con eso. Nuestro proceso ha sido de propuestas y de conversación".
¿Disponibilidad de integrar a Álvarez al equipo? "Pienso que en la institución hay muchos consejeros muy valiosos. Rodrigo por supuesto es un aporte tremendo a la Sofofa. Lo he dicho y lo sigo diciendo y espero espero tener la oportunidad de poder conversar con Rodrigo en los próximos días", señaló el ex presidente de Colbún. Luego, tras finalizar el encuentro con Asimet, fue más allá y señaló que "voy a llamarlo de todas maneras para conversar para escuchar sus ideas, sus propuestas".
Y aunque el ex presidente de Colbún quedó como único candidato en competencia, en la cita con Asimet no se hizo parte del debate que abrió Álvarez al emitir una dura declaración con los motivos al desistir en su aspiración por la presidencia del gremio, y prefirió comentar sus ideas que pretende impulsar en el gremio. Según trascendió, el próximo timonel del gremio le habría expuesto al directorio de Asimet cinco medidas para reactivar la economía y la inversión, en las que se contempla modernizar el Estado y sus regulaciones. También, habría planteado la modernización del código tributario y de la ley laboral. Y, además, la modernización del sistema de formación técnico profesional y de capacitación en el trabajo; junto con proponer una nueva agenda de productividad.