NM valora defensa de Bachelet de su legado y descarta intervención electoral

La defensa que hizo la presidenta Michelle Bachelet del legado de su segunda administración provocó una defensa cerrada en la Nueva Mayoría, donde no sólo descartaron que eso constituyera un acto de intervención electoral, sino que valoraron el liderazgo de la mandataria que, según se interpreta, deja de manifiesto su interés por asegurar la continuidad.

Ello, en contraste con la postura de la candidata presidencial de la DC, Carolina Goic, quien apuntó a asegurar la agenda. “La prioridad del gobierno hoy, más que generar disputas entre uno u otro, tiene que ser en sacar adelante los proyectos prioritarios”, sentenció.

El aspirante a La Moneda del pacto Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, -quien coincidentemente con el crecimiento de Bachelet en las encuestas, se ha mostrado como su heredero-, retrucó a Piñera –que habló de tentación mesiánica de parte de la Presidenta- señalando que “lo que yo entendí es que el mesianismo estaba por el otro lado, que en 20 días habían hecho más que todos los demás en 20 años, eso se llama mesianismo”.

Y tal como otros representantes de la NM lo hicieron después que él, Guillier afirmó que el de Bachelet será el gobierno que la historia recordará como el que “en todas las variables sociales y culturales ha habido más cambios” y, particularmente, la gratuidad de la educación; en cambio, “no hay una idea gruesa que uno recuerde, objetivamente, del gobierno de Piñera; ninguna reforma significativa para el país”. E insistió en que se debe hacer la comparación que resulta “ampliamente favorable” para la presidenta Bachelet.

Piñericosas

En la misma línea de su candidato presidencial, el expresidente del PS, diputado Osvaldo Andrade, destacó que de los gobiernos de Michelle Bachelet se pueden decir dos cosas: Que será recordada por los avances en materia social y por los importantes avances en materia de gratuidad. Y expresó su convicción de que el exmandatario tiene “un problema y es que está obsesionado con intentar superar a la Presidenta”.

Andrade también aseguró que “si revisamos sólo una cifra macroeconómica nos podríamos dar cuenta que el desempleo en este gobierno, al parecer, será menor que en el de Piñera, pese al alto precio del cobre que hubo en su mandato. Por eso no creo que exista un legado de su gobierno, salvo las denominadas Piñericosas”.

Quien se mostró abiertamente partidario de la irrupción de la mandataria en la agenda política, defendiendo sus logros y, discrepando con la postura de su candidata a La Moneda, fue el subjefe de los diputados de la DC, Gabriel Silber, para quien “la Presidenta es Presidenta de la República, pero líder de la coalición; en consecuencia, tiene que tener voz y liderazgo en la contingencia electoral”.

Silber, reconocido como uno de los líderes de la disidencia DC, tiene la convicción de que Bachelet “tiene que defender su legado, sus reformas y, por tanto, no ser indiferente a quién le traspase la banda”. El diputado falangista incluso abordó un tema que ya se conversa en los pasillos del Congreso y es que “la Presidenta es, hoy día, el personaje público mejor evaluado de todos los actores políticos de la coalición, incluyendo nuestras cartas presidenciales y, en consecuencia, es un apoyo sustantivo”.

De ahí que Silber insistió en que “la Presidenta no puede ser aséptica respecto de la contingencia política” y recordó que “Sebastián Piñera, en la elección pasada, se sacó la foto con todos los candidatos al Parlamento”. Tras este ejemplo, Silber dio un paso más allá, manifestando su certeza de que la mandataria “debe ocupar todo su capital político para apuntalar los liderazgos de la Nueva Mayoría”.

Desde Palacio, la ministra vocera de gobierno Paula Narváez también salió al paso de las críticas de la oposición por la defensa del legado de la mandataria apuntando a que el sector “en esta campaña presidencial y parlamentaria, ha tomado la decisión, de tener como adversario político al Gobierno y, por lo tanto, cualquier acción que legítimamente se lleve adelante, como por ejemplo defender su obra, la interpretan desde un punto de vista equivocado o electoral”.