Gestores del patrimonio del PS defienden labor y niegan inversión en acciones al menos hasta 2010
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“Solo el delirio, la cultura del Twitter irreflexivo e impune, puede condenar que alguien maneje bien su dinero y para ello lo haga en el mundo que es”. Así comienza uno de los párrafos de la carta que los integrantes de la Comisión Patrimonio del Partido Socialista, entre 2002 y 2011, le envió al titular de la colectividad Álvaro Elizalde y miembros de la comisión política de la tienda, defendiendo su labor y negando que se haya invertido -al menos en ese período- en acciones.
En el texto que suscriben Jorge Jorratt, Verónica Montellano, Óscar Guillermo Garretón y Edmundo Dupré, destacan que “es admirable lo que hizo el PS a partir de 2002 con los dineros de devolución de sus activos expropiados por la dictadura”.
“Lo más vergonzoso ha sido la actitud de algunos personeros socialistas incapaces de defender la obra de su partido, que emitieron declaraciones balbuceantes, desinformadas y hasta oportunistas”, señalan, agregando que “las mesas directivas encabezada por los compañeros Ricardo Nuñez, Camilo Escalona, Gonzalo Martner, Osvaldo Andrade, Isabel Allende y Álvaro Elizalde lideraron y llevaron a buen puerto lo mandatado por el Congreso General del Partido” y que todas las instancias democráticas del PS “participaron del diseño, debate y aprobación de las políticas de financiamiento patrimonial”. Acotan que si alguien alega desinformación, “que parta por reconocer su desidia e irresponsabilidad“.
En la misiva, la comisión aclara que “los estándares de manejo de fondos del PS superaron por años las leyes existentes de regulación del financiamiento político” y que “la política que el PS impulsó en los últimos 15 años nada tiene que envidiar” a la Ley 20.880 sobre probidad y conflicto de interés.
Se detalla que “el 100% del patrimonio financiero del PS se invirtió en instrumentos de renta fija. Los que tienen habitualmente una menor rentabilidad, pero sin riesgos patrimoniales y sin dependencia de los resultados mismos de la compañía”, siendo el principal instrumento utilizado las “letras hipotecarias, donde se encontraba sobre el 70% del patrimonio, y los bonos soberanos (de países) o de empresas de alto estándar”.
El grupo advierte que “el PS nunca tuvo, al menos en el período 2002-2010, instrumentos de renta variable (acciones) de empresa alguna, sea nacional o extranjera”. Y pese a que el reglamento le permitía tener hasta un 5% del patrimonio en renta variable “la afirmación de que habría tenido acciones de empresas y jugado especulativamente en la Bolsa de Valores son absolutamente falsas. Por ende, todas las especulaciones sobre conflictos de intereses, tráfico de influencias, etc, no tienen sustento alguno”.
Afirman que “el grueso de los bonos adquiridos por el PS fue en empresas chilenas (...) autorizadas por el Regulador Estatal para que las AFP inviertan los ahorros de los cotizantes” y que “no existen incentivos para el tráfico de influencias o la colusión de intereses” por lo que es “inverosímil que personeros de gobierno o parlamentarios socialistas tenían incentivos para moverse a “favor” (o en contra) de las empresas”.
Al final, el texto plantea, “en este delirio de falsedades, tergiversaciones, imágenes truculentas y asociaciones intencionadas con asuntos que nada tienen que ver con el PS, han surgido postulantes a santurrón de pantalla poniendo los ojos en blanco porque el PS “lucra””.