Chilena que donó servicio de avión apaga incendios acusó "mucha resistencia" de la Conaf

No fue fácil para la chilena Lucy Ana Avilés hacer llegar a Chile el avión más grande del mundo en combate de incendios.

Según comentó a Emol, la gestión para traer la aeronave -que finalmente debería estar mañana en la mañana en el país-, comenzó el sábado. Ayer, por ejemplo, dijo que esperaron junto al equipo de 12 personas que maneja el avión, una autorización que desde Chile no llegó.

"Contactamos gente en Chile y nos dijeron que antes se arrendó aviones en Perú y en Brasil. Quisimos dar con ellos, pero no pudimos, nadie nos facilitó nada", explicó la esposa de Benjamin Walton sobre el primer acercamiento para traer ayuda.

Luego, según reveló, en Estados Unidos le comentaron sobre el Super Tanker. "Inmediatamente nos pusimos en contacto con ellos. Nos explicaron cómo funcionaba y las experiencia que tenía (...). Ahí hemos empezado a gestionar los papeles y trámites para que pudiera llegar a Chile y alguien lo pueda guiar, pues es un trabajo coordinado con la Conaf", añadió.

Sin embargo, ahí comenzaron los problemas porque según ella el trámite no fue expedito "en parte porque la Conaf puso mucha resistencia".

"Muchos dicen que este avión no sirve, que Chile tiene muchas quebradas y que la geografía es compleja. Ante eso yo respondo: En Colorado y California la situación no es tan diferente", argumentó.

Finalmente atribuye el éxito de su gestión a la presión que pudieron hacer vías redes sociales y a lo que pudieron obtener de colaboración por parte de la Fach, la Onemi y algunos diputados y senadores.

"Nos logramos contactar con la subsecretaría del Interior, que nos mandó una carta con una serie de preguntas sobre los gastos, que incluía por ejemplo si íbamos a pagar el agua, lo que respondimos que sí", expuso.