Dura respuesta del Reino Unido al boicot comercial impulsado por autoridades de Argentina
La ministra de Industria, Débora Giorgi, se contactó con al menos 20 firmas, entre locales y extranjeras, para que reemplacen el origen de sus importaciones.
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Las relaciones entre el Reino Unido y Argentina se tensaron ayer aún más con la convocatoria del gobierno británico al encargado de negocios argentino para pedirle explicaciones por el llamado a un boicot comercial.
Tras acusar al gobierno de Cristina Fernández de buscar una “confrontación”, el Foreign Office llamó ayer a consultas al representante argentino Osvaldo Mársico para que aclarara las razones por las que Buenos Aires ha incitado a empresas argentinas a no importar productos del Reino Unido y por qué impidió el atraque de dos cruceros británicos.
Esta citación por parte del gobierno de David Cameron es el último encontronazo en el rifirrafe histórico que libran ambos países por la soberanía de las islas Malvinas en el Atlántico Sur, que reclama Argentina desde enero de 1833.
Para el Ejecutivo del Reino Unido, los “intentos argentinos de dañar la importante relación comercial” que les une, y que “contribuye a la prosperidad y el crecimiento de los ciudadanos de ambos países”, son “profundamente decepcionantes”, manifestó un portavoz de Exteriores en un comunicado.
La medida partió, según fuentes citadas por la agencia Télam, de la titular de Industria, Débora Giorgi, con el objetivo de privilegiar los vínculos comerciales con las naciones que respetan la integridad territorial y sus reclamaciones soberanas. “El Reino Unido es el sexto mayor inversor en Argentina y nosotros importamos de Argentina significativamente más de lo que les exportamos a ellos”, afirmó la fuente del gobierno británico, que indicó que “establecer barreras al comercio no favorece a los intereses económicos argentinos”.
Antes de llevarse a cabo la reunión con Mársico, que acudió al no haberse incorporado aún a su puesto la nueva embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, un portavoz de Cameron calificó de “contraproducente” la postura del gobierno de Cristina Fernández.
El portavoz de Downing Street lamentó, además, que Buenos Aires continúe optando por una política de ‘confrontación‘, en lugar de cooperación.
“Pensamos que eso es contraproducente y, además, una mala lectura de la firmeza de Gran Bretaña en este asunto”, afirmó a la prensa un portavoz del primer ministro británico, David Cameron.
El planteamiento de industria
El gobierno pidió el martes a las principales empresas nacionales y multinacionales que importan productos e insumos del Reino Unido, que reemplacen esas importaciones por otros países “que respetan la integridad territorial”, en clara alusión a la cuestión Malvinas. “Es fundamental que la Argentina pueda determinar quiénes son sus socios comerciales estratégicos y, en ese sentido, el gobierno también da una señal para quienes todavía utilizan al colonialismo como una forma de acceder a los recursos naturales ajenos”, explicaron a la agencia DyN fuentes oficiales.
La ministra de Industria, Débora Giorgi, se comunicó el martes con los titulares y CEO de al menos 20 firmas nacionales y multinacionales que importan productos e insumos desde el Reino Unido y que han incrementado en el último año el volumen de compras desde ese país, para que reemplacen el origen de esas adquisiciones y elijan otras naciones desde donde importar esa mercadería.
“El objetivo es impedir que se siga reduciendo el superávit que todavía mantiene nuestro país con el Reino Unido y establecer políticas que privilegien las relaciones comerciales con las naciones que respetan la integridad territorial, sus reclamos soberanos y los recursos que pertenecen a la Argentina”, afirmó la ministra en un comunicado.
En su pedido de dejar de importar productos británicos, el gobierno nacional argumentó que las importaciones desde el Reino Unido aumentaron 40% si se compara enero/noviembre 2010 con enero/noviembre 2011.