40 horas: un avance en la corresponsabilidad parental
Ignacia López Vives Socia de Cariola Díez Pérez-Cotapos
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Ignacia López Vives, Socia de Cariola Díez Pérez-Cotapos
La recién publicada “Ley de las 40 Horas” no solo reduce la jornada, sino que también contempla otras modificaciones que pueden generar un círculo virtuoso de mejoría en la calidad de vida y productividad.
En concreto, la ley establece bandas horarias para madres y padres trabajadores de niños y niñas de hasta 12 años, y las personas que tengan el cuidado personal de estos, pudiendo anticipar o retrasar hasta en una hora el comienzo de sus labores, lo que determina el horario de salida al final de la jornada. Si ambos padres son trabajadores, cualquiera de ellos, a elección de la madre, podrá ejercer este derecho.
Si bien esta nueva norma no es absoluta en atención a la diversa realidad de los procesos productivos, es posible avizorar que su aplicación, sin duda, constituye una oportunidad para empleadores y trabajadores de promover la corresponsabilidad parental, informando y alentando a madres y padres a que ejerzan su derecho, moldeando la cultura interna de las compañías para permitir que ello ocurra.
Contrario a lo que podría sostenerse, se ha estudiado que facilitar y promover la conciliación trabajo-familia, como lo sería con el ejercicio de este derecho, está directamente correlacionado con una mayor productividad. Existen numerosos estudios que muestran que la implementación de políticas de esta naturaleza genera un impacto positivo en ella, al generar mayor retención del talento, mayor compromiso y disminución del ausentismo. Lo anterior repercute en una mejora en la salud mental al aliviar la tensión entre el trabajo y la familia, lo que genera mayor autoeficacia y persistencia en las tareas, así como el mejoramiento de las relaciones interpersonales, como ayudar o recibir ayuda de compañeros.
En consecuencia, la banda horaria pareciera ir en la línea correcta para introducir la corresponsabilidad como un valor de nuestra sociedad. Si bien falta para instalarla completamente, incorporando medidas desde el inicio de la vida de los hijos, tales como la universalización del derecho a sala cuna, vemos en esta modificación legal un verdadero avance en la materia y una oportunidad para las organizaciones de ser promotores de herramientas que mejoran la calidad de vida de sus integrantes.