Volar a ras del agua

Por Daniea Paleo



Si de vidas entretenidas se trata, Eduardo García es un gran ejemplo. El gerente general de Enjoy Santiago pasa de la administración del mundo de las apuestas y la diversión, a largos veraneos en Rapel y playas del sur, donde practica su pasión y escape a las presiones del trabajo: el esquí acuático. Este viñamarino de corazón dice que esquiar en el agua es como volar a alta velocidad. “Poder hacer cosas al aire libre me encanta, ayuda a relajarse”, explica.

Eduardo comenzó a practicar deportes acuáticos a los diez años, durante los veraneos en el sur. “Cuando era chico, siempre veraneé en el lago, donde era casi obligatorio hacer vela y después esquí acuático”, relata. Incluso, recuerda que cuando era más joven participaba en competencias, donde obtuvo algunas medallas, antes de los 18 años. Pero después, entre el estudio y el trabajo, pasó a ser lo que es hoy: su hobby predilecto.

“En un principio lo practicaba solo, pero cuando mis hijos comenzaron a crecer, les enseñé. Al que tiene cinco años le gusta mucho y me acompaña”, cuenta. En invierno dice que el frío lo hace más difícil, pero entre septiembre y mayo lo practican todas las semanas, y en vacaciones, un rato todos los días.

Y para no perder la práctica, Eduardo se da el placer de hacer esquí acuático durante el año en Chicureo, en una laguna privada, a la que se escapa un rato cada semana para cargar energías. “La verdad es que uno se siente espectacular en el agua. Con el tiempo, el desafío es controlar mejor el esquí, el slalom, algunos saltos, etc. Cada avance es un agrado”, explica.

¿Un hobby caro? Eduardo dice que tener los esquís no es tanto, pero sí hay que hacer una inversión importante en la lancha y la bencina. “La verdad es que el momento lo justifica”, sostiene.

“Me gusta mucho el agua, por eso a veces buceo y hago vela. En general, me gustan mucho todos los deportes acuáticos, debe ser por mi origen viñamarino”, finaliza.