Un experimento de alivio monetario sin precedentes para la economía británica

Con el banco central como único responsable del estímulo, la impresión de dinero seguirá hasta 2013, a pesar de las dudas sobre sus beneficios para la economía real.

Por: | Publicado: Martes 14 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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En medio del estancamiento de la economía británica y la baja de la inflación, el 9 de febrero el Banco de Inglaterra (BoE) anunció un alivio monetario adicional de 50.000 millones de libras. Tras una inyección previa de 275.000 millones de libras, la responsabilidad de estimular la economía seguirá siendo mayormente del BoE, ya que el gobierno insiste en el ajuste fiscal y hay poca evidencia de una estrategia para impulsar al sector privado. Por eso la impresión de dinero sin precedentes seguirá hasta 2013, a pesar de las dudas sobre la efectividad del alivio en beneficiar la economía real.

Los datos preliminares del PIB de fines de enero revelan el oscuro panorama de la economía británica, que probablemente se contrajo un 0,2% en el último trimestre de 2011.

Mientras la producción económica en EEUU, Alemania, Francia, Suecia, Suiza, Austria, Bélgica y Holanda se ha recuperado a niveles pre crisis, el PIB británico sigue inferior al primer trimestre de 2008. La economía podría repuntar recién en 2015-16, en la recuperación de una recesión más débil de la posguerra.

El sector privado ha sido incapaz de crear suficientes empleos para compensar los despidos en el sector público, lo que en combinación con una caída del salario real ha deprimido el consumo. La depreciación de la libra en 2008-09 ha ayudado a la exportación, pero la combinación de ajuste, pérdida de confianza en sus principales socios comerciales y los insuficientes lazos con las economías emergentes, pesará sobre las exportaciones en 2012.



Apretando el botón


En un comunicado, el BoE señaló que “algunas encuestas empresariales señalan un mejor ambiente y aumento de precio de activos”, pero también reconoció el debilitamiento de los principales mercados del país, la disminución del crédito y preocupación por “la deuda y competitividad de algunos países de la eurozona”.

El alivio monetario consiste en la adquisición de deuda pública y uno de los objetivos es incentivar a los inversionistas a comprar activos para impulsar el PIB. Hasta principios de febrero, el BoE ha inyectado 275.000 millones de libras desde que el alivio monetario comenzó en 2009.

El banco señala que en vista del débil entorno local y global el alivio monetario impulsará la actividad interna. La evidencia sobre la eficiencia del programa es mixta. Al sostener los precios de activos en 2009, tranquilizó a los inversionistas y redujo los costos del crédito. Sin embargo, los fondos fueron distribuidos mayormente en el sector financiero, incluida la especulación en commodities, lo que indirectamente impulsó la inflación (lo que pesó en la demanda interna) debido a mayores precios de las importaciones. Las tasas de interés negativas en términos reales también dañaron a los ahorristas netos y los fondos de empresas y pensiones.

A pesar de que el BoE dice lo contrario, seguirán las dudas sobre la efectividad del alivio monetario en la economía real, dados los altos niveles de deuda y la falta de oportunidades de inversión. Los costos del crédito de largo plazo para grandes empresas y el Estado ya son bajos, la demanda de crédito de entidades sobre-apalancadas seguirá débil, y el apoyo artificial a los precios de activos y un sistema bancario disfuncional harán poco para lograr el “reequilibrio económico” buscado.

Lo evidente es que las empresas prefieren tener efectivo que esperar retornos de gastos o inversión. Además, el BoE reconoció que el alivio no mejorará directamente el flujo crediticio a las PYME, y señala que esto último no debe ser asumido por el BoE sino el gobierno, que avanza muy lentamente en este sentido.



¿Bajo control?


Se espera que el alivio monetario llegue a 400.000 millones de libras el año próximo. No hay muestras de que varíe la tasa de referencia del banco, en el mínimo histórico de 0,5% desde marzo de 2009.

A pesar de la intervención sin precedentes del BoE, incluso a los que critican el programa les cuesta identificar riesgos en el corto plazo, debido a que se espera que la inflación siga estable. Sin embargo, con el fuerte aumento de la base monetaria británica en los últimos años (igual que en EEUU y la eurozona), las autoridades han ingresado en un territorio desconocido. Debido a la correlación entre expansión monetaria e inflación, la velocidad y ritmo de una eventual marcha atrás de la impresión de dinero será clave para que evitar un grave problema de inflación.

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