Plan de vuelo

Por Daniela Paleo



Alejandro Smith vuela no sólo para liberar tensiones. A estas alturas, su hobby ya forma parte de su rutina de vida. Volar no sólo le permite generar momentos de reflexión, parar en seco el ajetreo y sacarse el día de trabajo de encima, sino que también le entrega un espacio para devolver la mano en forma desinteresada a quienes como él, quieren cumplir el sueño de surcar los aires. Desde hace un tiempo, el actual gerente comercial de Santander Corredores de Bolsa, llevó su hobby un paso más allá al convirtirse en instructor de vuelo.

Su afición comenzó temprano en su vida. A los dos años ya le atraían los aviones a escala y realizó sus primeros vuelos con un tío piloto.Tanta era su afición, que incluso estuvo un par de años en la Escuela de Aviación, en la rama de Piloto de Combate.

Después de prácticamente dos décadas sin pilotear, volvió a la carga. “Ingresé al Club Aéreo de Santiago en 2002. Allí comencé a realizar mis primeros vuelos. Luego de varios cursos de estudios me invitaron a integrar la Escuela de Vuelo del mismo Club como instructor de vuelo. Actualmente, tengo 1.200 horas de vuelo, en donde 500 de ellas han sido específicamente dedicadas a la formación de nuevos pilotos”, explica.

Ha recorrido Chile de norte a sur a bordo de su avión. En general son viajes dentro de la Región Metropolitana, pero en varias oportunidades ha debido hacer raids de navegación entre Caldera y Chaitén, junto a alumnos que se encuentran en diversas etapas de entrenamiento o en distintos tipos de aeronaves.

Muchas veces vuela también con sus hijos. De hecho, cuenta que sus cuatro niños empezaron a volar a los seis meses de nacidos. “Ya están muy acostumbrados y entusiasmados espero que se les pegue el bichito. También salgo a volar con grandes amigos con quienes comparto esta pasión. En estos paseos hacemos varios tracks que incluso nos han llevado hasta Chaitén por el sur y Arica por el norte, haciendo escalas en lugares como Caldera, El Salvador, Antofagasta, Villarica, lago Rupanco y Puerto Varas”, dice.

Dice que un vuelo de largo alcance comparte casi los mismos principios de una estrategia corporativa de largo plazo. “Algo muy importante y que viene bien con los tiempos que estamos viviendo: un piloto debe estar siempre muy bien entrenado para enfrentar las distintas emergencias que puedan producirse en vuelo: identificarlas y ejecutar los debidos procedimientos para minimizar o anular los riesgos son un “must” para todo piloto de excelencia”.