Pesca podría poner en peligro de extinción al pingüino de Humboldt

Problema, que ya ha matado a dos mil aves, afecta a las costas desde Chañaral a Ancud.

Por: | Publicado: Martes 15 de noviembre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Francisca Orellana 



El pingüino de Humboldt, que habita en Chile y que también tiene una pequeña población en Perú, es una especie considerada vulnerable pero que podría pasar a estar en peligro de extinción producto del daño que está provocando la pesca artesanal en esta especie, conformada en el país por unas 40 mil aves.

Así lo revela una investigación de Alejandro Simeone, director del departamento de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello, que indagó el estado de los pingüinos magallánicos y de Humboldt, descubriendo que las redes de enmalle que se utilizan para capturar a los peces, atrapan y matan a esta ave marina que bucea para obtener su alimento. 
Simeone explica que se hizo una recopilación de datos científicos, recortes de prensa, informes de ONG y Sernapesca, y que se evidenciaron al menos 37 episodios de enmallamiento de pingüinos desde el norte de Chañaral hasta Ancud, muriendo entre 2005 y 2010 más de dos mil aves por esta causa. En el 70% de los casos murieron entre uno y diez ejemplares, y en el 24% fallecieron entre once y cien. Además, el 54% de los episodios se concentró entre marzo y julio, “lo que coincide con la migración de la especie magallánica, que va de sur a norte a partir del otoño”, indica Simeone.

De hecho, esta investigación fue motivada por la inquietud de contextualizar el problema y diseñar medidas de mitigación para ayudar a su conservación, ya que además se suman otros problemas, como la destrucción y alteración de los sitios donde se reproducen (islas costeras). 



Cifra mayor


El problema sería mucho más grave, dice Simeone, ya que los datos del estudio se basan solamente en conteos de individuos que llegan muertos a la playa. “Suponemos que muchos otros se pierden mar adentro o se hunden, por lo que no son detectados y no es posible contabilizarlos”, acota.

Los pingüinos en general son especies de reproducción y desarrollo lento, tardando entre tres y cinco años en alcanzar su madurez, por lo que cuando mueren (sobre todo siendo adultos), se extrae un segmento de la población que debería seguir aportando al crecimiento de la especie, explica Simeone. “Si el problema continúa de manera crónica, se llegará a puntos críticos y la extinción se vuelve una probabilidad altísima”, afirma.

Añade que tener zonas de conservación no es una solución integral, ya que al ser sectores muy extensos no se garantiza su protección. Acá el eje de trabajo deberían ser los pescadores artesanales y su forma de operar, opina.

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