De acuerdo con información preliminar dada a conocer ayer, septiembre ha dado cuenta de un nuevo débil desempeño de la actividad, lo que confirma lo prolongado de la actual fase de estancamiento en varios sectores productivos y que, según observadores, requiere ser atacada con acciones más decisivas y concretas que permitan efectivamente inducir una reactivación de la inversión y la economía, y empujar una mejoría en las expectativas.
De acuerdo con el informe divulgado por el Banco Central, el Indicador Mensal de Actividad Económica (Imacec) subió en septiembre 1,4% interanual, en un mes que contó con la misma cantidad de días hábiles que septiembre de 2015. El Imacec minero cayó 3,6%, mientras que el no minero aumentó en 1,9% por el incremento de los servicios, lo que fue parcialmente compensado por la caída de la industria manufacturera y el bajo dinamismo del comercio mayorista.
Pese a lo decepcionante del dato de septiembre -inferior a los cálculos de los especialistas-, las proyecciones de los analistas para el PIB en 2017 se mantienen en el centro del rango anticipado por el Banco Central, que en su más reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) pronosticó una expansión de entre 1,5% y 2,0%.