El Banco Mundial acaba de sumarse al listado de instituciones y economistas que han recortado su pronóstico para la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país en 2015 hasta llevarla a la parte inferior del rango proyectado por el Banco Central en su más reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) y, por cierto, por debajo de lo calculado por el Gobierno en el Presupuesto fiscal.
En efecto, el organismo multilateral ahora espera que Chile crezca 2,9% este año, una variación que todavía es levemente mejor que el 2,6% de la mediana de las respuestas de los analistas en la más reciente Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) que se ha conocido esta semana, justo en momentos en que se ha agudizado un desplome en el precio del cobre en los mercados internacionales. El Presupuesto fiscal 2015, que pronosticó un crecimiento económico de 3,6% este año, fue elaborado considerando un precio promedio del cobre de US$ 3,12 por libra, mientras que ayer cerró en Londres a US$ 2,55, lo que ha levantado preocupación especialmente en el empresariado.
Hay una gran coincidencia entre los especialistas en que la economía chilena ha pasado de una fuerte desaceleración a un estado de bajo crecimiento que se mantendría en forma persistente durante buena parte de 2015 para tender a recuperarse, de todos modos de una manera moderada, más bien hacia 2016. En este sentido, es claro que las buenas intenciones de Hacienda no han conseguido levantar el ánimo del sector privado ni sus inversiones, por lo que persiste la urgencia de tomar medidas concretar que contribuyan a reactivar la actividad y disminuir los frentes de incertidumbre.