Tal como lo habían anticipado los sondeos, la Coalición de la Izquierda Radical -Syriza- se impuso el fin de semana en las elecciones generales anticipadas en Grecia, con una ventaja más amplia de lo pronosticado. De esta manera, los griegos favorecieron la agrupación liderada por Alexis Tsipras y por un arriesgado viraje a la izquierda en busca del impulso definitivo que acabe con seis años de profunda crisis económica.
El mercado bursátil de Atenas se desplomó poco después de la apertura de la sesión de ayer en medio de una avalancha de órdenes de ventas, pero luego cambió de tendencia gracias a un rápido acuerdo de gobierno que Syriza pactó con el partido de derecha nacionalista Griegos Independientes (ANEL). Ahora el mercado evalúa las opciones de un acuerdo sobre la deuda griega.
El Eurogrupo contempla la hipótesis de una nueva prórroga del rescate de Grecia, aunque las incógnitas persistirán en las próximas fechas. Tras el triunfo, Tsipras ha criticado la "austeridad que destroza nuestro futuro común", y ha adelantado que el nuevo gobierno negociará con sus socios europeos y que presentará su propio plan de reformas "sin nuevos déficit pero tampoco sin un superávit irrealizable".