Enlutada por la lamentable muerte de un guardia municipal luego de un ataque incendiario en medio de los condenables saqueos y vandalismo de delincuentes en el centro de Valparaíso, el sábado se realizó la tercera Cuenta Pública de la Presidenta Michelle Bachelet ante el Congreso, en la que la mandataria, junto con destacar que “la obra gruesa” de las reformas de fondo impulsadas por su gobierno comienza a concretarse, ha puesto énfasis en las menciones a la confianza y el crecimiento económico aunque sin anuncios de un paquete reactivador que hiciera pensar en superar en el corto plazo la parálisis por la que atraviesa la actividad y que amenaza con seguir deteriorando los indicadores de empleo en el país.
En su discurso, la mandataria ha admitido que “la desaceleración que afecta a la economía y la pérdida de confianza en la política traen incertidumbres”, pero sobre las reformas –las mismas que han nublado a la actividad en medio de un negativo escenario externo que ha afectado a todos los mercados emergentes- ha confirmado que el gobierno continuará con las propuestas pendientes que harán posible completar los cambios comprometidos.
De hecho, la presidenta ha reconocido que tiene plena conciencia de las responsabilidades económicas del Estado en un tiempo de reformas y en un escenario internacional complejo. Pero al mismo tiempo, hay coincidencia entre varios observadores en que parece haberse desperdiciado lo que podría haber constituido una suerte de “hoja de ruta” del segundo tiempo del gobierno de la Nueva Mayoría, pese a la urgente necesidad de tomar medidas más activas para superar la desaceleración y las incertidumbres.