Una semana después de que la Fiscalía Nacional Económica presentara ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia un requerimiento por un acuerdo de colusión entre las empresas CMPC Tissue y SCA (ex PISA), la Comisión de Relaciones Internas y Ética de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) anunció su decisión de suspender los derechos de asociado de Empresas CMPC –matriz de la filial acusada por la autoridad- mientras se lleva a cabo el proceso de investigación en esa entidad gremial.
La medida, según explicó en su momento la misma comisión, se adoptó luego de que el presidente de Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, le solicitara formalmente conocer e iniciar un proceso respecto al caso de colusión en el mercado de productos derivados del papel.
La inédita determinación generó el malestar de algunos consejeros de la organización empresarial, quienes argumentaron que debió tomarse en consideración la trayectoria tanto de la empresa involucrada como de la familia Matte, controladora de CMPC, y el debido proceso, en términos de haber escuchado la opinión y descargos de los ejecutivos investigados. Otros repararon en que la instancia para una decisión de esta índole era el Consejo convocado en forma extraordinaria.
Más allá de los asuntos de procedimiento, que tienen por cierto una importancia real y significativa, en este caso es claro que la suspensión no equivale a una condena, sino que a una señal necesaria frente a una sociedad que no entendería una opción distinta, menos si puede interpretarse como defensa corporativa. Recobrar confianzas exige decisiones complejas, que envíen señales claras.