Si Brasil desea regresar a la senda de una expansión robusta, cualquiera de los candidatos que gane las elecciones de octubre deberá implementar reformas estructurales que permitan dinamizar a la mayor economía de América Latina, de acuerdo con un reciente estudio de la firma Capital Economics. Según el análisis, si se aplican los cambios necesarios el gigante sudamericano podría llegar a duplicar sus tasas de crecimiento que se anticipan podrían manenerse en torno a 2% si no se realizan las reformas.
De hecho, según el análisis entre 2003 y 2012 la producción por trabajador aumentó un promedio de sólo 1,5% anual, la segunda variación más baja entre los principales mercados emergentes detrás de México, por lo que las reformas deberían apuntar a mejorar la productividad, además de elevar las tasas de ahorro y de inversión.
La mandataria Dilma Rousseff, quien postulará a una reelección, ha debido enfrentar un progresivo deterioro en las proyecciones económicas de Brasil en 2014, que los analistas privados sitúan por debajo de 1%, y donde la Copa Mundial de Fútbol disputada hasta mediados del mes pasado pareciera no haber contribuido cambiar de trayectoria.