Luego de un inicio de 2014 marcado por la salida de capitales desde los mercados emergentes, atribuida en gran medida al inicio del retiro del programa de alivio cuantitativo de la Reserva Federal de Estados Unidos pero también a factores geopolíticos puntuales, en el último mes ha comenzado a producirse un cambio de tendencia.
En efecto, cifras difundidas esta semana apuntan a que la estampida de inversionistas se está deteniendo y muchos, de hecho, están retornando a estas regiones, a medida que los temores sobre los fundamentos de los emergentes disminuyen y sus gobiernos aplican políticas estabilizadoras. De acuerdo con el monitor de flujos del Institute of Internacional Finances (IIF), la entrada de inversión de portafolio a mercados emergentes llegó a
US$ 39 mil millones en marzo, frente a US$ 25 mil millones en febrero y US$ 5 mil millones en enero. De hecho, las cotizaciones del peso chileno frente al dólar han dado cuenta de rangos en las últimas jornadas en torno a $ 550.
De todos modos, el panorama para los emergentes aún es de cautela, como advirtió el FMI al hacer notar su vulnerabilidad frente un endurecimiento del ambiente financiero externo.